
La historia tiene lugar en la escuela secundaria de Bartram Trail High School en el condado de St. Johns (Florida). Allí, los padres se han mostrado indignados por la medida adoptada por el centro: al menos 80 estudiantes tenían sus fotos del anuario editadas para ocultar escotes y hombros. El resultado es un completo desastre.
Lo contaba el fin de semana el New York Times. Al parecer, las estudiantes del colegio no podían creerse lo que estaban viendo al abrir el último anuario. Si la medida ya resultaba extraña y poco entendible, eliminar todo rastro de hombros o escote, la propia edición de las mismas era una auténtica chapuza.
Por ejemplo, Riley O’Keefe (imagen de portada), una estudiante de noveno grado de 15 años de la escuela, descubrió que una barra negra recta se había superpuesto en su ropa para cubrir un poco más su pecho. Y lo cierto es que la edición de O’Keefe fue de las “mejores” si la comparamos, por ejemplo, con Brooke, otra estudiante de 15 años a quien el “artista” del centro añadió parte de su camisa a cuadros para cortar y pegar sobre el escote. Veamos la obra:

Como explica el NYT, lo extraño del asunto es que las ediciones se realizaron solo a las estudiantes, a pesar de que también había fotos de niños en el equipo de natación con trajes de baño. Mientras el centro se remite a su web, donde se establece lo siguiente:
Las fotos del anuario deben ser consistentes con el Código de Conducta Estudiantil del Distrito Escolar del Condado de St. Johns o pueden ser ajustadas digitalmente.
Sea como fuere, las quejas de los padres no se hicieron esperar, y en una carta conjunta remitida a la escuela exigen una disculpa del centro y una reimpresión del anuario sin alteraciones. De hecho, algunas estudiantes dicen que las ediciones los hicieron sentir sexualizadas, expuestas y avergonzadas. Desde entonces, el distrito escolar ha publicado la siguiente declaración a los medios de comunicación:
El procedimiento anterior de Bartram Trail High School era no incluir fotografías de los estudiantes en el anuario que consideraran una violación del código de conducta del estudiante, por lo que las alteraciones digitales fueron una solución para asegurarse de que todos los estudiantes fueran incluidos en el anuario. En este punto, la escuela está ofreciendo reembolsos a los padres que llamen sobre este tema. La escuela está recibiendo comentarios de los padres / tutores / estudiantes sobre cómo mejorar este proceso para el próximo año.

Por cierto, según informa News4Jax, la escuela también recibió críticas hace un par de meses después de que sacaron a adolescentes de las clases, las enviaron a la oficina del decano y les dijeron que se cambiaran de ropa o se enfrentaban a una suspensión. [New York Times via Petapixel]