
SpaceX ha vuelto a batir unos cuantos récords. Tras el lanzamiento de hoy, la compañía aeroespacial de Elon Musk ha puesto más de mil satélites Starlink en órbita, pero además ha lanzado el último lote con un cohete que ya había volado ocho veces (la última, hace apenas 38 días).
SpaceX presentó en octubre la beta Better Than Nothing de su servicio de internet satelital, y ahora ha expandido el programa fuera de Estados Unidos y Canadá con el despliegue de Starlink en Reino Unido.
“Estamos centrados en áreas rurales y remotas donde no hay fácil acceso a conexiones de fibra o cable”, dijo la ingeniera Jessie Anderson durante la emisión en directo del decimoséptimo lanzamiento de satélites Starlink.
Este despliegue en fase beta forma parte de un ambicioso plan para expandir el servicio de Starlink a todo el mundo. Según CNBC, SpaceX ya ha registrado la compañía en España, Argentina, México, Colombia y Chile, entre otros países como Austria, Australia, Brasil, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Filipinas y Sudáfrica. SpaceX ha solicitado además el acceso al mercado de Japón, y Elon Musk ha comentado que llegará también a la India y el Caribe.
Casi 700.000 personas manifestaron su interés por el servicio de internet por satélite de SpaceX solo en Estados Unidos. La beta de Starlink tiene un coste inicial de 500 dólares. Incluye un terminal de usuario (la antena parabólica, que se orienta automáticamente hacia los satélites) y un router wifi. El precio del servicio en sí es de 100 dólares al mes.
La red de satélites Starlink, en la que SpaceX planea invertir 10.000 millones de dólares, está diseñada para ofrecer internet de alta velocidad y baja latencia en cualquier parte del planeta. Según SpaceX, Starlink podría generar hasta 30.000 millones de dólares al año, más de 10 veces los ingresos anuales de su negocio de cohetes. Elon Musk planea convertir Starlink en una empresa independiente cotizada en bolsa cuando esta alcance unos ingresos estables.