La comida rápida se ha convertido en una parte integrante de nuestra dieta, pero quizá sus efectos sobre el organismo sean aún peores de lo que imaginábamos. Un nuevo estudio con ratones revela que el sistema inmune reacciona a la comida rápida como si se tratara de una infección bacteriana.
El estudio sometió a un grupo de ratones a una estricta dieta de comida rica en grasas saturadas, azúcares y sal similar a la de los alimentos de comida rápida y sin fruta, verdura ni fibra. El resultado, a nivel metabólico, fue un incremento de células del sistema inmune al mismo nivel que si el organismo estuviera combatiendo una infección. Granulocitos y monocitos fueron los dos tipos de células que mayor aumento en sangre experimentaron.
Los autores del estudio alertan además de que el estado de alerta inmune que provoca la comida rápida no es puntual y sus efectos se extienden a largo plazo. En otras palabras, comer comida rápida un día y luego volver a una dieta saludable no revierte los efectos. La alerta del sistema inmune hace que las dolencias asoaciadas a la comida rápida como la diabetes o la inflamación del sistema digestivo puedan suceder con mayor facilidad.
El estudio se ha realizado con ratones, pero su similaridad genética con los seres humanos permite extrapolar los resultados con bastante confianza. El estudio abre la puerta a nuevas investigaciones y confirma que la dieta y sus efectos sobre la salud son algo mucho más serio de lo que creemos. [Cell vía Science Alert]