
El LG G2 fue uno de mis teléfonos favoritos. La cámara tenía sus cosas y me vi obligado a instalarle Cyanogenmod (DEP) para que fuera más fluido, pero esa batería, esa pantalla y ese frontal sin apenas marcos me conquistaron. Tres años y medio más tarde, LG me ha vuelto a interesar con el nuevo G6.
Por qué importa
La gama alta es un sector despiadado para los fabricantes de smartphones como LG. Por un lado, buscan destacar en una liga donde también juegan los dos grandes del sector: Apple y Samsung. Por otro, corren el riesgo de acabar fagocitados por los que hacen teléfonos más baratos que ya ofrecen todo lo que uno le pueda pedir a un smartphone: buen rendimiento, buena cámara, buena pantalla y buena batería.

Visto así, quizá se entienda mejor lo que intentó hacer LG el año pasado: algo diferente, algo destacable. El G5 traía una “ranura mágica” para conectar accesorios que se vendían por separado, como una cámara con más resolución o un altavoz más potente. Ya entonces llevábamos años escuchando la promesa de los teléfonos modulares, y el experimento de LG no fue una excepción: nació abocado al fracaso y fracasó estrepitosamente. Los análisis lo dejaron por los suelos y las ventas tampoco acompañaron.
Este año, LG ha pulsado el botón de reset y se ha lanzado al mercado con un producto más honesto. ¿Que los smartphones se han vuelto monolitos de cristal aburridos que apenas se diferencian entre sí? Pues hagamos el mejor monolito de cristal aburrido que podamos ofrecer. Le pondremos todo lo esencial, usaremos materiales de lujo y nos adelantaremos al resto en la próxima tendencia del mercado: las pantallas con relación de aspecto 2:1.
Así, suponemos, nació el LG G6. Llevo varias semanas probándolo y puedo decir que es el Android más completo que he llevado en el bolsillo. También es un teléfono bastante aburrido, que no hace nada especial más allá de adelantarse al resto con una pantalla que pronto será el estándar.
Diseño

El G6 tiene una pantalla de 5,7 pulgadas en un cuerpo sorprendentemente compacto. El truco está en su panel alargado, de formato 2:1 (o 18:9, como dice LG). Esto no es un experimento del que vayan a retractarse el año que viene; esa relación de aspecto tan alta está aquí para quedarse. Ya la hemos visto en el Galaxy S8 y posiblemente la veamos también en el próximo iPhone. El teléfono encaja con naturalidad en la palma de mi mano y me permite recorrer casi todo el panel usando el pulgar. No puedo decir lo mismo del iPhone de 5,5 pulgadas, que a su lado parece un armatoste.
En general el teléfono peca de sobrio, pero tiene un diseño muy industrial que lo dota de cierta personalidad. Por delante es rematadamente plano. Ni pantalla 2.5D ni curvas preciosistas como las del Galaxy S8. Tan solo un panel Gorilla Glass 3 con esquinas redondeadas. LG optó por el vidrio de hace dos generaciones para que fuera lo más delgado posible. En cambio, el panel trasero del teléfono, sutilmente curvado y también de cristal, es un Gorilla Glass 5. Mentiría si dijera que es un imán para las huellas, pero algunas manchas grasientas sí que voy dejando a lo largo del día.
Como pasaba con el LG G5, el lector de huellas está en la parte de atrás, justo debajo de la doble cámara. No es una ubicación terrible como la del S8, pero desde luego no es la ideal: no puedes usarlo cuando el teléfono está sobre una mesa, que es algo mucho más habitual de lo que podrías pensar.
El G6 funciona sobre Android 7.0 Nougat con una interfaz sencilla, que sigue teniendo algunos detalles muy coreanos (como un horrible efecto de gelatina cuando intentas deslizar la pantalla en el último escritorio). Pero LG ha hecho un gran esfuerzo por adaptar su software al formato de la pantalla, en el que caben dos cuadrados perfectos. Por ejemplo, hay una aplicación para hacer fotos cuadradas que permite comparar al mismo tiempo la imagen del visor de la cámara con la última foto que sacaste. También está la app del calendario, que cuando la usas en horizontal te muestra la vista del mes en un cuadrado y la agenda del día en el otro. Lo raro es usar el teléfono en horizontal, sobre todo cuando —por su forma alargada— es tan cómodo de usar en vertical. Donde sí le encuentro sentido y mucha utilidad al formato de los dos cuadrados es en las ventanas múltiples, que funcionan de manera nativa en Android Nougat. Nada como el formato 2:1 para ver un vídeo de YouTube mientras lees lo que se comenta en Twitter.
Luego está el tema de las barras barras negras. La mayoría de los vídeos que hay en plataformas como YouTube están en formato 16:9, así que te los vas a tragar con dos barras negras a los lados. Otros servicios, como Netflix, te permiten ampliar el vídeo para que ocupe toda la pantalla, pero lo que consiguen es cortarle la cabeza al protagonista de la serie. También hay películas y series como Strangers Things, filmada en formato 2:1, que aprovechan toda la pantalla. Esos casos son una gozada.
Las interfaces de las aplicaciones en sí no suelen dar problemas, gracias al reescalado nativo de Android o a los ajustes manuales de reescalado que ofrece LG. Pero aun así hay apps, sobre todo juegos, que dan problemas de visualización y dependerán del desarrollador para adaptarse. Esto es como cuando Apple pasó del iPhone de 3,5 al de 4 pulgadas: las barras negras tardaron meses en desaparecer, pero con el tiempo quedaron olvidadas.
Rendimiento

El LG G6 está equipado con dos cámaras traseras que usan el mismo sensor, un sencillito Sony IMX258 de 13 megapíxeles. La diferencia es que una tiene apertura f/1.8, estabilizador óptico y campo de visión de 71º, mientras la otra es una gran angular de 125º con apertura f/2.4 y sin estabilizador. En definitiva, están más igualadas que en el G5, donde la gran angular salía perdiendo. Y eso es genial, porque se consiguen panorámicas más llamativas y retratos más divertidos con la óptica más amplia.
A plena luz del día, las fotos muestran colores vibrantes y la nitidez que cabe esperar de un teléfono de esta gama. En otras condiciones de luz, el G6 no se puede medir con teléfonos de la talla del Galaxy S8 o el iPhone 7: aparecen problemas de detalle, de balance de blancos y de rango dinámico.
Para consumo de multimedia, el LG G6 es un teléfono excelente. En brillo, contraste, color, resolución y ángulos de visión, su pantalla IPS es posiblemente una de las mejores del mercado. Y tiene una profundidad de color de 12 bits, por lo que es compatible con los estándares Dolby Vision y HDR10. Incluso los negros son muy negros, aunque el panel no sea AMOLED. No puedo decir lo mismo del altavoz —que es decente, pero no es estéreo ni tampoco el mejor. Por cierto, al ser LCD, la pantalla del G6 no es compatible con Daydream VR, la plataforma de realidad virtual de Google.
Lo que sí, es notablemente legible a la luz del sol, a la par que la pantalla del iPhone 7 (que es el teléfono con el que mejor puedo comparar). La batería del G6 tiene una capacidad de 3300 mAh, lo que supone un salto significativo desde los 2800 mAh del LG G5. Sin embargo, no es intercambiable (hay que tener en cuenta que el G6 es resistente al polvo y al agua, con certificación IP68). A la hora de la verdad, el teléfono puede aguantar dos días sin recarga, pero con un uso normal y el Always On activado vas a tener que meterle un chute todas las noches.
A estas alturas no debería sorprendernos, pero el sistema se mueve con soltura. Puedes pasar compulsivamente de una aplicación a otra haciendo doble tap en el botón de multitarea, y el teléfono cumple de sobra sin rascar. En general no encuentro problemas de rendimiento en el G6, por si acaso te preocupaba que llevase un procesador del año pasado.
Especificaciones
- Dimensiones: 148,9 x 71,9 x 7,9 mm
- Pantalla: 5,7 pulgadas FullVision HDR10 y Dolby Vision
- Resolución: Quad HD+ 2880 x 1440 / 18:9
- Procesador: Snapdragon 821 (2x 2,35GHz + 2x 1,6 GHz)
- Gráfica: Adreno 530
- Memoria RAM: 4 GB
- Memoria interna: 32 GB (~20 GB libres de fábrica)
- Memoria externa: microSD hasta 2 TB
- Cámara trasera 1: 13 MP apertura f1.8 focal estándar (71º)
- Cámara trasera 2: 13 MP apertura f2.4 gran angular (125º)
- Cámara frontal: 5 MP apertura f2.2 gran angular (100º)
- Batería: 3300 mAh Quick Charge 3.1
- Sistema: Android 7.0 Nougat
- Conectividad: LTE Cat.12/13 (600/150Mbps); USB Type-C; Wi-Fi a/b/g/n/ac
- Otros: resistencia a polvo y agua (IP68)
Nos gusta
- La pantalla con relación 2:1. El nuevo formato está aquí para quedarse
- Cómo se integran el diseño, el software y la propia pantalla
- Que hayan mejorado la cámara gran angular, es la más divertida
No nos gusta
- El rendimiento de la batería
- Podrían haber apostado por un juego de altavoces estéreo
- La interfaz de LG no está al nivel de la de Google
¿Me lo compro?
Con el G6, LG ha vuelto. Ha hecho el LG G2 de la generación actual, un teléfono que juega en una gama de precios inferior a la del iPhone y el Galaxy S, pero que lo hace todo bien y viene con todo lo que le pedíamos. Al mismo tiempo, no tiene nada de especial. Sí, la cámara es divertida y el teléfono es cómodo y vistoso, pero no conoce ningún truco nuevo.
El iPhone 7 Plus combina sus lentes para crear un efecto bokeh en las fotos de retrato, el Galaxy S8 se puede conectar a un monitor para usar como un PC. ¿Qué hace el LG G6 que no hiciera su predecesor? Ni siquiera es compatible con la VR de Google, que podría ser un reclamo atractivo.
Pero quizá (de hecho, es lo más probable) eso sea justo lo que estabas buscando: una apuesta segura, sin extras que luego nunca vas a usar. En ese caso, el LG G6 no decepciona. No es atrevido, pero es uno de los teléfonos más completos que puedes conseguir por ~$600. Y uno que da gusto usar.