Por supuesto, muchas de las cosas que hizo Disley no son aconsejables. Por ejemplo, emprender una persecución a gran velocidad (llegó a alcanzar los 160 km/h) con un sospechoso por un área urbana. Pero como ha explicado la propia policía, si no hubiera hecho esa llamada telefónica al 911 manteniéndose en cola para luego ofrecer los datos que veía mientras perseguía el Honda, a esta hora el final de la historia podría ser muy diferente.

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Y es que la policía finalmente pudo contactar con el sospechoso unas horas después al detectar el vehículo por la zona. Se trataba de Miguel Rodríguez, de veinticuatro años, ahora arrestado por intento de secuestro a una niña de 11 años.

Un caso donde la tecnología ha tenido una gran importancia. Los padres de la pequeña han agradecido a través de los medios a la pareja. “Nos gustaría agradecer a Amanda Disley y su esposo por su vigilancia y coraje por ponerse en peligro para asegurarse de que el secuestrador no estuviera fuera de su vista. La muestras de amor y apoyo, cerca y lejos, está siendo abrumadora. Estamos eternamente agradecidos”, concluyen en la carta. [YouTube, Boston Globe]