La escultura, bajo el título de Aphrodite di Kansas City, acaba cayendo sobre el niño y luego en el suelo. De acuerdo con la compañía de seguros de Overland Park, la pieza se destrozó y es irreparable. Su valor: 132.000 dólares, mismo montante que unos días después del incidente les ha llegado a los padres en forma de factura para cubrir el coste total. Según se lee en la carta:

Usted es responsable de la supervisión de un menor de edad [...] y su falta de supervisión se considerar negligente.

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Lo contamos hace un tiempo. Cuidado con los centros de exposición y museos. Si el visitante rompe algo y lo hace de forma intencionada o se le acusa de negligencia como en este caso, los costes de reparación repercuten directamente sobre él. Según el caso y su gravedad, es posible que además se presente denuncia y se solicite una indemnización adicional. [Digg]