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HTC One, análisis: el mejor smartphone jamás diseñado por HTC

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Si alguna vez te preguntas cómo debería ser el móvil Android (casi) perfecto, ya sabes nuestra respuesta: el HTC One es probablemente el mejor intento hasta la fecha. Las primeras impresiones cuando lo vimos el pasado febrero en su lanzamiento en Londres ya iban en esa dirección. Diseño impresionante, software prometedor. Pero tras probarlo a fondo es difícil no enamorarse de este teléfono. Especialmente porque consigue eso que todos los fabricantes buscan y muy pocos consiguen: no dejarte indiferente. ¿Cómo diferenciarse de tus competidores en un mercado abarrotado de smartphones donde todos parecen iguales? El HTC One lo consigue gracias a una integración exquisita de diseño, especificaciones, personalización y funcionalidades del software. Lo malo: hay puntos débiles que oscurecen el resultado global y que, según el uso que le des al smartphone, serán más o menos molestos para ti. Y no, no será barato (699 euros libre). Debajo todos los detalles.

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Diseño y Hardware

Igual que muchos de sus rivales, como Nokia o BlackBerry, HTC se juega demasiado con el One. Y eso se nota en el nivel de detalle que la taiwanesa ha puesto en el terminal. Respira elegancia y factor sorpresa nada más cogerlo. Es, sin duda alguna, su punto más fuerte, el diseño y el hardware.

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HTC ha huído del policarbonato que vimos en el One X, el One X+ o incluso el 8X con Windows Phone 8 para apostar por el alumino anodizado. Se trata de un cuerpo único de aluminio (unibody) en el que han inyectado policarbonato para crear tres niveles de diseño: 1) el frontal con la pantalla y dos bandas de alumino en la parte superior e inferior; 2) una zona intermedia de policarbonato blanco; 3) la cubierta trasera de aluminio curvado que da al One un acabado de altísima calidad.

Eso se transmite, y mucho, al cogerlo. Encaja perfectamente en la palma de la mano, con una pantalla de 4,7 pulgadas que se puede manejar sin problema con el pulgar sin tener que utilizar constantemente ambas manos. El diseño en aluminio lo separa, mucho, de sus rivales. Contribuye a que el teléfono sea un poco más memorable.

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La cubierta trasera muestra unas bandas muy finas de policarbonato blanco que rompen la monotonía de lo que hubiera sido un cuerpo al completo de aluminio. Hay un diminuto micrófono de cancelación de ruido en la parte superior que pasa desapercibido. Incluso la inclusión de la cámara, con flash LED incorporado, está exquisitamente pensada, sin protuberancias ni estridencias: un círculo perfecto al mismo nivel que el resto del cuerpo. El resultado es una superficie lisa, curvada y deliciosa que se adapta a la perfección a la forma de la mano.

No es de los teléfonos más finos (9 mm. en su zona más gruesa, frente al iPhone 5 de 7,6 mm o el Sony Xperia Z de 7,9), pero se estrecha varios milímetros en los bordes, lo que hace que la sensación final de manejo sea agradable. Tampoco es de los más ligeros (143 gramos, 10 más que el iPhone 5 o 8 más que el BlackBerry Z10) pero la diferencia no es apreciable. Es más, se encuentra en un punto medio perfecto, ni muy pesado ni muy ligero de forma que parezca de mentira.

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La parte frontal, pese a presentar muchas "distracciones" (dos altavoces, cámara, botones capacitivos de inicio y atrás, justo entre el logo...) logra ofrecer una sensación de armonía. La pantalla de Gorilla Glass, por ejemplo, está perfectamente encapsulada en el cuerpo con una banda lateral negra de forma que todo parece un cuerpo único.

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¿Lo malo? Hay unos cuantos aspectos, aunque creemos que son menores, no empañan la experiencia general de uso. Los primeros, relacionados con el diseño.

El botón de encendido y apagado es tremendamente incómodo si eres zurdo. Se encuentra en la parte superior izquierda del teléfono. Para activarlo con el índice tienes que tener dedos de goma; para hacerlo con el pulgar corres el riesgo de que el móvil se te caiga. Al final, muchas veces tienes que encenderlo con la otra mano, lo cual traiciona la idea inicial de utilizarlo solo con una.

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Lo curioso es que el botón de encendido/apagado es a la vez un sensor infrarrojo para utilizarlo como mando a distancia junto a la aplicación que viene instalada por defecto, Sense TV. De todas formas, luego veremos que no sirve de mucho.

Otra cosa: el botón de volumen, en el lateral derecho, también es algo incómodo de activar, al estar excesivamente incrustado en el cuerpo del teléfono.

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Los otros "peros" en hardware, más que de diseño, son de funcionalidad, típicos del cuerpo unibody: imposible reemplazar la batería por mucho que quieras. HTC tampoco incluye hueco para una tarjeta microSD para expandir memoria, por lo que tendrás que conformarte con los 32GB o 64GB de los dos modelos.

Pantalla FullHD

El One es uno de esos casos en los que las cosas mejoran cuando enciendes la pantalla. No tanto por el software, por el nuevo Sense, del que hablaremos luego, sino por la calidad de la imagen. La pantalla FullHD, de resolución 1.920 x 1.080 y a una densidad de píxeles de 468 por pulgada, prometía sobre el papel, y cumple en la práctica.

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HTC ha escogido una pantalla LCD y el resultado es sólido. El punto fuerte son los colores y los ángulos de visión. Sobre lo primero, aunque no deslumbran, los colores son fieles y frescos, con buen contraste y negros marcados. Lo segundo: el One es ideal para ver vídeos sobre la marcha o jugar, la imagen es prácticamente perfecta desde casi cualquier punto de visión. Y es ideal para los vídeos no solo por la imagen, también por el sonido. Los dos grandes altavoces en el frontal hacen que la intensidad del sonido sea mucho mayor que en otros smartphones con altavoces integrados en los laterales o en la parte trasera.

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No convence tanto la intensidad del brillo de la pantalla. Incluso a máxima potencia, se queda corta a plena luz del día. Te encontrarás en muchas ocasiones ajustando el nivel de brillo para al final dejarlo en un punto intermedio para no mermar la batería. Lo cual al final no hace justicia a una pantalla FullHD como esta.

Llegan los "ultrapíxeles"

HTC se ha desmarcado de la competencia con sus famosos ultrapíxeles. En lugar de presumir de nº de píxeles, la taiwanesa ha preferido presumir de *tamaño* de píxel. La cámara principal del One es de "solo" 4 MP. ¿Inferior a la de 8 MP del Lumia 920 o el iPhone 5? No necesariamente. De hecho, en absoluto.

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Las cámaras del HTC One y del Lumia 920, por ejemplo, tienen ambas un sensor retroiluminado de 1/3 de pulgada. Sin embargo, el sensor del 920 es de 8,7 megapíxeles frente al del One de 4 MP. O lo que es lo mismo: el One tiene píxeles de 2 micras (µm) frente a los 1,4 micras de cada píxel del Lumia 920.

¿Por qué se supone que los píxeles más grandes son mejores? Porque en teoría capturan mejor la luz que los píxeles más pequeños. Los sensores están cubiertos de fotodiodos que convierten la luz en electricidad que a su vez es procesada y almacenada como información.

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Bien, esa es la teoría. ¿En la práctica? La cámara del HTC One nos ha impresionado, sobre todo en fotos con poca luz. Debajo te mostramos una serie de imágenes que hemos tomado comparando la cámara del One con la de otros smartphones eligiendo en cada caso el mismo encuadre y con las mismas condiciones de luz. En casi cada situación, la cámara del One se comportó mucho mejor de lo que esperábamos y mejor que la de varios de sus competidores.

Primero, una muestra de fotos a plena luz del día. Como se puede ver debajo, la interpretación de los colores de la cámara y el rango dinámico es casi perfecto. Las imágenes son claras, nítidas y los colores intensos. Se ve, por ejemplo, cómo captura el color rojo de la moto de forma totalmente realista. Incluso si se apunta directamente a plena luz del día, al cielo, como en la siguiente imagen, es capaz de captar relativamente bien los colores.

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Donde se aprecia mejor la calidad de la cámara es en las comparaciones. Debajo una entre el iPhone 5, el HTC One y el Lumia 920. Mientras que el color rojo de las rosas en el iPhone y el Lumia aparece demasiado artificial y procesado, el One ofrece un color mucho más realista.

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A plena luz del día, y sin centrarnos tanto en los colores, la mayoría de las cámaras de los smartphones de alta gama ofrecen buenos resultados. Debajo las diferencias entre la cámara del HTC One y del BlackBerry Z10 no se aprecian mucho en una foto cualquiera, aunque el encuadre es ligeramente diferente. Respecto al Z10, la diferencia clave está en las fotos con poca luz, donde el teléfono de BlackBerry es probablemente uno de los peores que hemos probado en este aspecto.

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Nuestros compañeros de Gizmodo US también probaron la cámara a plena luz del día comparándola con el iPhone 5 y el Lumia 920. Si aumentas el zoom al máximo, las diferencias aparecen, sutilmente, pero están ahí. Es casi una cuestión de preferencias, pero en este caso tanto el One como el Lumia 920 ofrecen imágenes más nítidas y claras que el iPhone 5 (puedes expandir todas las imágenes para verlas mejor).

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En las fotos con escasa luz es donde se aprecia lo que los ultrapíxeles del One son capaces de hacer. Debajo, un par de comparaciones con el BlackBerry Z10 en fotos en plena noche en el exterior. La cámara del Z10 es una decepción.

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En fotos con escasa luz en interior, y si comparamos el One con el iPhone 5 y el Lumia 920, vemos que el One supera al iPhone, pero el Lumia consigue a su vez mejor nitidez y contraste de colores que el One.

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En definitiva, la cámara del HTC One bate a sus rivales en muchas fotos a plena luz del día en cuanto a colores y realismo se refiere, y es una de las mejores cámaras para imágenes de noche o con escasa luz.

Rapidez y Batería

Sobre lo primero, la rapidez del móvil a la hora de abrir la cámara, mover aplicaciones, hacer multitarea... el resultado es un sobresaliente. El procesador Qualcomm Snapdragon 600, a 1,7 GHz hace que la fluidez sea envidiable, algo que no econtramos, por ejemplo, en el BlackBerry Z10 (Snapdragon S4 dual core a 1,5 GHz) en aspectos básicos como activar la cámara: tarda una "eternidad" para un smartphone de alta gama.

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La batería del HTC One no se puede reemplazar por el diseño unibody del teléfono. Lo cual es un tema importante a tener en cuenta si utilizas intensivamente el móvil a lo largo del día. La potencia de la del One es de 2.300 miliamperios (mAh), bastante por encima de la del iPhone 5 y el BB Z10, y a la par que Sony Xperia Z o casi el Lumia 920 (2.000 mAh).

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Ha habido bastante debate sobre la duración real de la batería del One y en nuestras pruebas, en uso muy intensivo y constante (reproducción de vídeos HD, fotos, email, redes sociales...), la duración ha sido de ocho horas. Sin embargo, eso no incluía conexión 3G, lo cual probablemente hubiera reducido la batería a las seis o seis horas y media.

Es decir, para un uso intensivo diario (pero no tanto como en una situación de prueba en la que el uso es extremo), incluyendo conectividad 3G/LTE, GPS y unos ajustes de equipo intermedios en cuanto a brillo de pantalla se refiere, calculamos que la duración de la batería estaría entre las 8 y 9 horas.

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Especificaciones

Hemos repasado hasta ahora las principales especificaciones, pero si quieres una lista completa, te dejamos debajo la comparativa con los smartphones clave de alta gama (puedes hacer clic en la imagen para expandir la tabla).

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Hemos dejado el Galaxy S III más que nada a efectos informativos. Lo ideal sería haber puesto ahí el S IV, que se presentará justo hoy. Lo actualizaremos en cuanto conozcamos la nueva creación de Samsung.

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Software

Llegamos al punto conflictivo. Para dejarlo claro desde el principio: el HTC One es una maravilla en diseño, pero cojea en su interfaz, el nuevo HTC Sense, o Sense 5.0 como lo llama la taiwanesa.

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Es muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora, añade nuevas funcionalidades y servicios, como BlinkFeed para actualizaciones de contenido o Zoe, para crear álbumes de fotos con música, pero ni es espectacular, ni más sencillo e intuitivo de utilizar, ni en absoluto revolucionario. Mientras el diseño del HTC One te deja sin respiración, HTC Sense te deja indiferente. En el vídeo debajo te damos un breve tour por el software:

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Quizás uno de los cambios más significativos en HTC Sense 5.0 es BlinkFeed, un servicio muy parecido a FlipBoard (¡demasiado!) que te ofrece actualizaciones de noticias y contenidos en tiempo real. Es como la versión de HTC de las Live Tiles en Windows Phone 8. Lo configuras al inicio con los medios que quieres seguir, con tu cuenta de Twitter, Facebook y otras redes, y listo, se convierte en tu página de inicio.

Bien y mal a la vez. Puede ser útil al principio, pero pronto te empieza a estresar. Los mensajes de Twitter se mezclan con las actualizaciones de noticias. El diseño es demasiado caótico y tampoco sustituye a los servicios y aplicaciones de contenido que utilizabas hasta ahora. Al cabo de unas horas o días, querrás eliminarlo de la página de inicio. Por suerte lo puedes hacer, simplemente yendo a ajustes>personalizar>personalizar página de inicio.

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Puedes relegar BlinkFeed a una de las páginas del móvil (no es posible eliminarlo por completo) y convertir otra con widgets en tu página de inicio, pero entonces el problema es que probablemente olvidarás BlinkFeed para siempre. Y no es un inconveniente para ti, todo lo contrario, lo es para HTC, que ha creado un servicio que en el fondo no da en el clavo.

Más decepciones: hay nuevos servicios, como Sense TV que sirven más bien de poco. Para configurarlo, le das a la app, escoges el país, introduces tu código postal y te aparecen tres opciones de TV. En España, por ejemplo, Movistar, ONO Spain Digital y TDT Spain. Si escoges la última, televisión en abierto, luego tendrás que seleccionar los canales, tus programas favoritos y, finalmente, sincronizar el móvil con tu televisor para que el botón de encendido y apagado funcione de mando a distancia.

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El resultado es un panel de programas en el móvil, donde aparecen los canales y programas seleccionados que, con solo tocarlos, se accionan en el televisor. Es como tener un mando a distancia táctil e interactivo. Pero funciona a medias, por no decir que sirve de poco.

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Los canales no están bien sincronizados (aprietas uno y no aparece nada en la tele) y el concepto en sí es redundante delante del televisor, donde el mando a distancia tradicional no es tan moderno, pero 100% efectivo. Sense TV puede ser un servicio interesante sobre la marcha, lejos del televisor del hogar, pero en frente del mismo, es bastante incomprensible.

Hay otros aspectos dudosos en usabilidad en el nuevo HTC Sense, como la barra intermedia de tareas que aparece debajo del reloj, tanto en la pantalla de BlinkFeed, como en el de menú de las apps. Surge si desplazas el dedo hacia abajo desde la mitad de la pantalla. En el menú de las apps, esta barra de tareas te permite organizarlas por orden alfabético o por uso más reciente, y te da acceso directo a un buscador en el móvil y a Google Play. La funcionalidad de esta barra de tareas es limitada y la usabilidad de la misma dudosa como para interponerla en mitad de la pantalla.

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Hay otros aspectos que sí son un acierto en el nuevo HTC Sense, como Zoe, un servicio que captura automáticamente un vídeo de tres segundos de cada foto (un segundo antes de que aprietes el disparador y dos segundos después) y luego compone vídeos con música automática que están realmente bien unidos. No es fácil de configurar si lo que quieres es hacerlo para todas las fotos de tus vacaciones, por ejemplo, pero una vez lo consigues, es probablemente uno de las novedades más entretenidas y logradas de Sense 5.0.

Están también los nuevos widgets del tiempo, o el hecho de que puedes personalizar las pantallas de bloqueo, detalles menores, pero que se agradecen.

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Aún así, la sensación final es que el nuevo interfaz que HTC ha diseñado sobre Android es menos intuitivo y funcional que el anterior. Tiene destellos, como la personalización de las pantallas de bloqueo y servicios como Zoe, pero oscurece el trabajo impresionante que la taiwanesa ha hecho en el frente del diseño y el hardware.

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¿Merece la pena comprarlo?

Llegados a este punto, la pregunta es clara: ¿Merece la pena comprarse el HTC One si estás buscando un smartphone de alta gama? Y la respuesta también lo es: sí. Hay varios "peros", como hemos explicado en este análisis, y apuntan básicamente al software, que no es todo lo pulido que debería ser para un teléfono de estas características (y precio). Sin embargo, creemos que esos inconvenientes no ensombrecen la experiencia final, sobre todo dado el impresionante diseño del smartphone. El HTC One está a la altura de todos sus rivales y supera a muchos de ellos. Tiene que ser, ahora sí, el teléfono que devuelva aire y vida a HTC.

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Disponibilidad y precio

Ha habido retrasos respecto a la disponibilidad inicial anunciada para mediados de Marzo. Según HTC ha confirmado a Gizmodo en Español, estará disponible en España y EE.UU. para pre-reservas a mediados de marzo y en tiendas a partir del 30 de abril. HTC aún no ha confirmado disponibilidad para Latinoamérica. En cuanto lo confirme actualizaremos por aquí.

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¿Precio? No, no será barato: 699 euros libre en España y en torno a los 800 dólares en EE.UU. libre y 300 dólares con contrato (HTC aún no ha confirmado estos precios al 100%).

El precio es un "pero" importante, está fijado en la franja alta (629 o 649 hubiera sido mucho más competitivo), pero también es un apuesta de HTC. Veremos cómo le sale.