
La nariz humana puede detectar más de un billón de olores distintos, pero desgraciadamente no es capaz de captar sus propios hedores. Siempre hay una posibilidad de que huelas mal y simplemente no te das cuenta. Si este es uno de tus miedos, aquí van una serie de pautas para averiguarlo con seguridad.
Si simplemente bajas la nariz y tratas de tomar el olor del aire que rodea tu cuerpo, probablemente no vas a captar tu olor corporal. Asumirás que todo está bien y te vas a pasar el día oliendo como si algo estuviera viviendo en tu camisa, tuviera una familia, muriera, hubiera sido comido por sus crías y finalmente estas también murieran. ¿Por qué? Porque es casi imposible olerse uno mismo, incluso si estás oliendo bien. Los receptores en la nariz que normalmente responden a su propia marca particular de olores se encuentran apagados después de haber sido bombardeados con los mismos perfumes durante tanto tiempo. Básicamente, tu nariz se entumece a su propio hedor para que no te vuelvas loco.
Quitarse la ropa y olerla
Así pues, para comprobar el olor que desprendemos necesitamos oler nuestra ropa lejos del cuerpo, y que nuestra nariz consiga entrar allí. Obviamente, no te puedes desnudar en el centro de tu lugar de trabajo, pero probablemente puedas acudir a un baño con facilidad y comprobar todo pieza por pieza. Huele cada parte de tu ropa y busca lugares mojados donde hayas podido estar sudando. El sudor por lo general significa bacterias, y las bacterias es lo que emite el hedor.
Ahora vete a por la regla de oro del olor corporal: si puedes oler cualquier sospecha sobre tu cuerpo, otros pueden olerlo mucho más. Ponte más desodorante, usa toallitas húmedas para una limpieza rápida, a ser posible cámbiate de ropa, y si todo falla, te puedes frotar con un desinfectante de manos hasta que puedas “paliar” el problema. Estas mismas reglas también se aplican a desodorantes, perfumes, colonias y aerosoles corporales. Si todavía puedes detectar tu perfume “de lujo” en tu cuerpo después de un tiempo, sin duda otras personas podrán olerlo cuando estén a tu alrededor. Así que vete a lo fácil con las siguientes pautas.
Pasa los dedos a lo largo de tu cuero cabelludo
A veces las axilas sudorosas no son la fuente de los olores. Tu cabello puede llegar a ser la fuente si no lo lavas con suficiente frecuencia, o si te olvidas de usar un poco de champú seco después de un entrenamiento donde has sudado mucho. Si estás preocupado porque tu cabello sea el caldo de cultivo en cada zona donde te encuentras, aquí tienes una manera sencilla de comprobarlo.
Lávate las manos con agua caliente, pero no uses jabón. Lo último que quieres es que el olor a base de jabón cubra lo que estás a punto de comprobar. Ahora pasa tus dedos limpios a lo largo de tu cuero cabelludo, no de tu cabello, varias veces. Ahora huele la punta de los dedos y deberías tener una buena idea del olor que tiene tu pelo.
Hacer algunas pruebas de aliento
Cuando se trata de un aliento apestoso, hay algunas maneras rápidas para comprobar si es así antes de tener que interactuar con las personas:
- La prueba de la mano: El movimiento clásico. Sostén tu mano hasta tu cara y exhala sobre ella para poder obtener un buen olor. Esto funciona mejor si te lavas las manos de antemano sin jabón perfumado. De lo contrario sólo estarás oliendo las manos.
- La prueba de brazo: lame tu brazo y espera unos 10 segundos, luego hay que oler el lugar. Si huele mal, también lo hace tu aliento. Una vez más, ayuda si el lugar está limpio primero.
- La prueba de la cuchara: Coge una cuchara, de metal o de plástico, y pasa la parte posterior de tu lengua con ella. Deja que se seque un poco y dale un olfato.
- La prueba de sabor: Si tienes un sabor extraño y persistente en la boca, probablemente tu aliento apesta. Lo que está sobrecargando tu saliva y papilas gustativas es probable que también emita un olor.
También es posible asumir que tienes un aliento “fuerte” si acabas de comer ajo, un aliento de café si acabas de beber café, o el aliento de alcohol si has bebido durante el almuerzo para “relajarte”.
Utiliza el café para restablecer el paladar del olor
Mientras estás realizando estas pruebas de oler puedes ayudarte y “refrescarte” el paladar. Algo que se puede olfatear para restablecer la nariz antes de oler de tu ropa, axilas, dedos o aliento. Por ejemplo el café, que es un componente fuerte de un solo olor que le da a los receptores de la nariz un rápido descanso de lo que ha estado oliendo todo el día. Es por eso que los grandes almacenes mantienen granos de café a mano en la sección de perfumes. Se puede oler un perfume, reiniciar con un poco de café, y luego oler un perfume diferente. El café es también de fácil acceso para la mayoría de la gente. Está en la sala de descanso de casi todos los tipos de lugares de trabajo y es fácil de acceder a él antes de olernos a uno mismo.
Sin embargo, el café no restablece totalmente nuestra nariz. Como explica Pamela Dalton, psicóloga del Monell Chemical Senses Center, en el Washington Post, nuestro sentido del olfato no se restablece y se recupera tan rápidamente como nuestros otros sentidos. Refrescar completamente el olor del paladar podría tomar varias semanas. Es por eso que a veces puedes notar el olor de tu casa después de haber estado de vacaciones. Y como realmente no puedes alejarte de tu propio cuerpo, no hay manera de recuperar completamente la sensibilidad de tu nariz a tus propios olores. Sin embargo y como decíamos, el café es mejor que nada cuando realmente quieres asegurarte de que no hueles mal
Pregunta a alguien en quien confíes
Por último pero no menos importante, puedes pedirle a alguien en quien confíes que te huela y te diga la verdad. Sin duda, este es el método más eficaz. No es ideal para preguntar a la pareja o alguien que viva contigo, sin embargo, es probable que ya estén acostumbrados a tu olor. Pregunta a un compañero de trabajo o amigo y dile que sean honestos. Es un poco incómodo, pero bueno, está garantizado que funcione.