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Cómo un físico logró encender un cigarro con la explosión de una bomba nuclear

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Imagen para el artículo titulado Cómo un físico logró encender un cigarro con la explosión de una bomba nuclear
Imagen: Operación teapot, 1955 (Dominio Público)

Piensa en la forma más rara de encender un cigarro y probablemente no te acercarás a lo conseguido en la Guerra Fría por el físico teórico Ted Taylor. El hombre utilizó la explosión de una bomba nuclear para encenderse un pitillo en 1952.

La historia la contaba el autor Richard L. Miller, cuyo libro de 1999, Under the Cloud: The Decades of Nuclear Testing, describió el evento en detalle. Al parecer, Taylor encendió su cigarrillo durante la Operación Tumbler-Snapper, una serie de explosiones de prueba orquestadas por el ejército estadounidense en el sitio de prueba de Nevada.

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El día antes de una detonación, Taylor encontró un espejo parabólico de repuesto (en forma de copa), según el libro de Miller, así que lo instaló en el edificio de control de la instalación con un día de anticipación. El físico sabía dónde colocar exactamente el espejo para que recogiera la luz de la explosión de prueba, la cual liberaría gotas de energía térmica y la enfocaría en un lugar en particular.

Luego, Taylor colgó un cigarrillo Pall Mall en un cable para que su punta flotara directamente frente al haz de luz enfocado. En principio, la disposición no era demasiado diferente a sostener una lupa para concentrar la luz solar en un trozo de papel y encenderla.

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Así llegamos al 1 de junio de 1952, momento en que Taylor y otros expertos se acurrucaron en el edificio de control tipo búnker cerca del Área 3 de las pruebas de armas de Yucca Flats en Nevada. Luego pusieron en marcha la bomba.

En un segundo más o menos, la luz concentrada y enfocada del la bomba encendió la punta del cigarrillo. Había hecho el primer encendedor atómico del mundo”, escribió Miller sobre los hechos.

Por cierto, el cigarrillo, tan pronto como se encendió, fue apagado por Ted y preservado para ser exhibido. [Awesci]