La sonda Rosetta ha estado estudiando de manera intermitente los misterios del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko desde mediados del año 2014, y ahora han confirmado uno de sus mayores misterios: ¿por qué tiene esa forma tan peculiar que recuerda a un patito de hule o goma?
La ESA por fin ha podido responder esta pregunta, confirmando una de sus teorías: el cometa 67P se formó al colisionar a una velocidad muy lenta dos cometas distintos, en los primeros días de nuestro Sistema Solar.
Originalmente la ESA manejaba dos teorías con respecto a la forma del 67P: o se debe a la colisión de dos cometas distintos, o se debe a la erosión que ha sufrido el cometa. La primera teoría ha resultado ser la certera.
Para confirmarlo han estudiado al detalle las imágenes enviadas por Rosetta desde el 6 de agosto de 2014 hasta el mes de marzo de 2015, analizando las distintas capas de materiales que se ven en el núcleo del cometa:
“Queda claro, gracias a las imágenes, que los materiales de ambas partes del cometa están organizadas en capas distintas, y creemos que esto sucede a lo largo de toda la superficie del cometa. Es algo como las capas de una cebolla, solo que hemos descubierto que se trata de dos cebollas que crecieron en lugares diferentes y luego de fusionaron en una sola”.
La sonda Rosetta aún continúa revelando nuevos datos sobre este cometa, incluyendo la existencia de su propio clima y ciclo de agua. Esto es importante porque nos ayuda a conocer un poco más el inicio de nuestro Sistema Solar, y la formación de los cometas. [vía ESA]
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