
Si eres de los que bebe refrescos bajos en calorĂas con la esperanza de que le ayuden a bajar peso tenemos malas noticias para ti. Un equipo de mĂ©dicos del Hospital General de Massachussets acaba de descubrir que aunque estas bebidas no lleven azĂşcar, pueden engordar lo mismo o más.
La Coca Cola Zero o los refrescos de frutas etiquetados como Light sustituyen el azúcar por un edulcorante llamado aspartamo (a veces llamado E 951 en Europa). Se trata de un derivado de dos aminoácidos: el ácido aspártico y la fenilalanina y su potencia edulcorante es 200 veces la del azúcar.
El aspartamo está declarada una sustancia segura para el consumo humano en más de 90 paĂses. Algunos estudios lo han asociado con el cáncer, pero sus conclusiones fueron revisadas y rebatidas. A dĂa de hoy, la OrganizaciĂłn de Alimentos y Agricultura de Naciones Unidas (FAO) considera al aspartamo un alimento seguro y establece la dosis máxima diaria en 40 miligramos por kilo de peso corporal. Para alcanzar esa dosis habrĂa que tomar 14 latas de refresco edulcorado con aspartamo, aunque hay que tener en cuenta que hay muchos más alimentos que lo llevan en su composiciĂłn, como chucherĂas o algunos yogures.
No existe una dosis considerada tĂłxica, aunque una de cada 10.000 personas sufre un raro desorden metabĂłlico hereditario que impide procesar la fenilalanina correctamente. Las personas diagnosticadas con este sĂndrome no deben tomar aspartamo.
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Llegamos al estudio publicado hoy en Massachussets. Lo que el doctor Richard Hodin y su equipo ha descubierto es que el aspartamo tiene un efecto inhibidor sobre la fosfatasa alcalina intestinal, una enzima con propiedades anti inflamatorias que tenemos en nuestro intestino y que se cree que previene la obesidad.

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En pruebas con ratones que siguen una dieta normal, hay poca diferencia entre el grupo que bebĂa agua edulcorada con aspartamo y el que bebĂa simplemente agua. Sin embargo, cuando la dieta es rica en grasas, el grupo del aspartamo ganaba peso con mucha más rapidez y presentaba mayores niveles de azĂşcar en sangre y mayor presiĂłn arterial.
El estudio no es definitivo y aún habrá que estudiar más este efecto del aspartamo sobre el intestino, pero es una llamada de atención para las personas que creen que pedir refrescos light es excusa para ponerse chatos a hamburguesas y patatas fritas. En palabras de Richard Hodin:
Los sustitutos del azĂşcar como el aspartamo están diseñados para promover la pĂ©rdida de peso y reducir la incidencia del sĂndrome metabĂłlico, pero un nĂşmero de estudios clĂnicos y epidemiolĂłgicos sugieren que estos productos no funcionan muy bien y que, de hecho, pueden empeorar las cosas.
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[vĂa Science Daily]