Hace doscientos años, un terremoto dejó al descubierto la entrada a un gran sistema de cuevas en la provincia de Málaga, al sur de España; selladas dentro de las cámaras oscuras había obras de arte de hace decenas de miles de años creadas por los primeros humanos modernos y los neandertales, nuestros parientes más cercanos. Ahora, las excavaciones y los análisis científicos han datado con precisión muchas de las obras de arte de la cueva y su cronología.
La Cueva de Ardales contiene más de 1000 obras de arte que representan animales, humanos, huellas de manos y abstracciones. Aunque gran parte del arte se conoce desde que se exploró la cueva en 1821, no estaba claro cuándo se crearon las obras ni quién lo hizo.
Ahora, un equipo de arqueólogos y paleoantropólogos dice que los neandertales y los primeros humanos modernos fueron los responsables de las obras de arte. Los investigadores han reunido 50 dataciones radiométricas que indican el momento de la creación artística y, por lo tanto, del uso de la cueva por parte de los dos grupos de homínidos. Los resultados del equipo se publican hoy en PLoS One.
“Las excavaciones y estudios llevados a cabo en la Cueva de Ardales confirman que ha sido lugar de repetidos comportamientos simbólicos de varios grupos humanos durante más de 58.000 años”, dijo José Ramos-Muñoz, arqueólogo de la Universidad de Cádiz en España y el autor principal del estudio, en un correo electrónico a Gizmodo. “En el Paleolítico, primero los neandertales y luego los humanos anatómicamente modernos entraron en la cueva para crear arte rupestre”.
La mayoría de los motivos rojos abstractos de la cueva se encuentran cerca de la entrada, mientras que las obras de arte figurativas dominan el interior de la cueva. Las obras de arte más elaboradas se encuentran en la zona oscura de la cueva, lo que significa que en la prehistoria no les habría llegado la luz natural. Los residuos de carbón en las puntas de las estalagmitas cerca de algunas de las obras de arte indican que estos pintores antiguos usaban las estalagmitas como lámparas estacionarias.
“La Cueva de Ardales es uno de los tres yacimientos de cuevas con arte mural neandertal de la Edad de Hielo en Iberia”, dijo Gerd-Christian Weniger, paleoantropólogo de la Universidad de Colonia en Alemania y coautor del artículo, en un correo electrónico a Gizmodo. “Nos enfrentamos al problema de que solo se ha datado radiométricamente un número extremadamente pequeño de representaciones de arte mural de la Edad de Hielo, y la atribución cronológica se basa en características estilísticas muy vagas”.
“Lo que es muy emocionante es que, por lo que sabemos hasta ahora, Ardales no era un campamento clásico”, agregó Weniger. “Eso no estaba claro antes de las excavaciones”.
Hay poca evidencia de actividades domésticas en la cueva, lo que según los investigadores significa que los humanos no vivían allí. Los neandertales vivían en la entrada de la cueva, pero algunas obras de arte se encuentran mucho más profundas en el sistema.
Si bien no encontraron una hoguera ni nada que indicara un asentamiento similar a un campamento, el equipo de investigación descubrió la mandíbula de un niño de 12 años, fragmentos de dientes, núcleos y escamas de rocas, restos de animales y conchas marinas, a pesar de que el Mediterráneo está a más de 40 km al sur.
Curiosamente, la cueva fue visitada por humanos modernos antes de que las exploraciones de 1821 la hicieran conocida. Un fragmento de cuerda calcificada que los investigadores encontraron en una repisa de la cueva parece ser del siglo XVII, lo que significa que, en la época en que se fundó la Universidad de Harvard, alguien estaba haciendo espeleología en España, en medio de las antiguas obras de arte de nuestros antepasados.
Weniger señaló que todavía hay un sistema completamente intacto de la cueva sobre la zona que investigó el equipo. Por lo tanto, hay mucho más por explorar y, con suerte, nuevo arte por descubrir.
