
Durante casi tres décadas, los viajes aéreos supersónicos estuvieron disponibles, al menos para la parte de la humanidad que podía permitírselo. El Concorde atravesaba regularmente el Atlántico Norte en tres horas y media en rutas operadas por British Airways y Air France. Pero los vuelos supersónicos de pasajeros nunca fueron más al oeste de los Estados Unidos que los vuelos internacionales en la costa este. Las restricciones gubernamentales impidieron que los tímpanos humanos y las ventanas se hicieran añicos por los estruendos sónicos de estos aviones.
El X-59 QueSST (Quiet SuperSonic Technology, o tecnología supersónica silenciosa), encargado por la NASA y desarrollado en cooperación con Lockheed Martin, está programado para realizar su primer vuelo a finales de este año. El avión de prueba supersónico es la pieza central del programa de demostración de vuelo “Low Boom” (o de bajo sonido) de la NASA. Los objetivos del programa son desarrollar la tecnología para minimizar los estallidos sónicos y reevaluar las restricciones de hace décadas sobre vuelos supersónicos sobre áreas pobladas.
Los involucrados en el proyecto creen que el X-59 debería alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.5 (unos 1.600 kilómetros por hora) con un motor turbofan General Electric F414 que genera 10.000 kilogramos-fuerza de empuje. Además, la espectacular forma del frente del fuselaje del X-59, diseñada para reducir los estallidos sónicos, significa que el piloto no podrá ver por la ventana. El avión utilizará el eXternal Vision System (XVS) de la NASA para permitir la visión frontal con el uso de una pantalla de alta definición junto con un conjunto de sensores y cámaras.

Una vez que el X-59 comience a volar, el avión experimental volará sobre un número selecto de comunidades en los Estados Unidos para medir el impacto de los estallidos silenciados. Dave Richwine, subgerente de tecnología del proyecto, dijo a Discover: “Vas a escuchar algo como un latido del corazón. O es posible que ni siquiera lo escuches en absoluto si se encuentra en un entorno ruidoso como la ciudad”. El objetivo final es que el X-59 abra los cielos para vuelos de pasajeros sobre Estados Unidos por una nueva generación de aerolíneas supersónicas como el Boom Overture, y en el futuro quizás más allá.