
Dicen que el diablo está en los detalles, y el nuevo Huawei Mate 30 está lleno de ellos. Algunos se notan a primera vista, otros lleva más tiempo darse cuenta de ellos. Lo que está claro es que si Huawei logra superar el escollo del que todos hablamos estos días, el Mate 30 es un firme candidato a mejor móvil del año.
Si no fuera porque la situación no tiene nada de graciosa, la actitud de Huawei con el tema de las aplicaciones Google resulta hasta cómica. Los portavoces de la compañía juran y perjuran que van a ser completamente transparentes sobre cómo funcionarán las aplicaciones y servicios de Google en el Mate 30 y 30 Pro, pero el tema es un auténtico elefante en la habitación. Durante la presentación no lo mencionaron una vez. Después, entre bastidores, los portavoces de la compañía daban uno y mil rodeos para no mencionar expresiones como “aplicaciones y servicios Google” o “descargar una APK”. No puedo culparles. La situación es delicada, y no está la cosa para que de repente alguien en Huawei se vaya de la lengua y diga que podremos instalar lo que queramos. La realidad, a 20 de septiembre de 2019, es que eso no es así. Aún no.

Obviamente, teniendo wifi y el Mate 30 en las manos, lo primero que hicimos los asistentes al evento fue intentar descargar algo de Google. El resultado es dispar. Se puede descargar un archivo apk de, por ejemplo, YouTube pero el sistema interno de la aplicación es otro cantar. Los APK que encontramos no estaban optimizados para el Mate 30, y las aplicaciones se cerraban al iniciar.
¿Significa eso que no se pueden instalar aplicaciones de Google y conseguir que funcionen? Categóricamente no, y lo sé porque durante el evento he visto aplicaciones de Google funcionando en el Mate 30 de uno de los empleados de Huawei. Que se puede es seguro. Lo que pasa es que hacer que funcionen ahora mismo requiere esfuerzo y paciencia, y Huawei sabe que los usuarios no suelen caracterizarse ni por una cosa ni por la otra.

Ahora mismo, el equipo de desarrollo de Huawei debe estar encerrado en una habitación trabajando contrarreloj en conseguir que tener las aplicaciones y servicios de Google en el Mate 30 sea algo tan fácil como encender el teléfono por primera vez y recibir un mensaje que diga: “Te falta todo esto. Oficialmente no te lo podemos dar, pero lo puedes instalar por tu cuenta pulsando Aceptar en este botón gordo de aquí. Que pases un feliz día”.
Esa es la clave del Mate 30, la única pieza que necesita el terminal para poder ser el superventas que aspira a ser, y Huawei sencillamente no puede permitirse vender el móvil sin esa pieza, así que algo me dice que la versión definitiva del terminal, la que salga a las tiendas, tendrá alguna manera de acceder a los servicios de Google sí o sí por su propio bien.

Sería una pena que no los tuviera, porque a nivel de Hardware, el Mate 30 y su primo mayor, el Mate 30 Pro lo tienen todo. Externamente, el terminal se parece mucho al P30 Pro (tiene prácticamente el mismo tamaño), solo que con una pantalla OLED más grande (6,53 pulgadas frente a las 6,47 del P30 y 1176 x 2400 píxeles frente a 1080 x 2340). La razón de ser de esos píxeles extra es un nuevo diseño curvado llamado Horizon Display que hace que la pantalla se extienda a los los bordes laterales del teléfono hasta el punto de haberse cargado los botones físicos de volumen.
¿Cómo se ajusta el volumen entonces? Pues dando dos toques en el borde (en cualquiera de los dos) para hacer aparecer el control deslizante en la pantalla. Tengo mis dudas sobre el sistema es un acierto, pero no porque use mucho los botones de volumen (siempre tengo el móvil en silencio) sino porque los botones físicos tienden a interponerse a veces cuando sostengo el móvil para otras cosas. No se hasta qué punto esta solución táctil será aún más fastidiosa o menos en este sentido.
La pantalla también es sensible a gestos gracias al complejo sistema de sensores instalado en el nocth. De hecho, podemos hacer una captura de pantalla simplemente haciendo el gesto de agarrar algo con la mano frente a ella. Las cámaras delanteras también se usan en el Mate 30 para detectar la posición de los ojos e impedir que el móvil gire la pantalla accidentalmente, un fallo habitual en los móviles modernos cuando adoptamos algunas posturas a medio camino entre el horizontal y el vertical.
La parte trasera del Mate 30 tiene un acabado tan brillante que podría usarse como espejo y es un auténtico imán para las huellas. Por suerte hay acabados mates y en cuero que pueden solucionar este problema para los que, como yo, se pasan la vida frotando el móvil contra la camiseta.
La joya de la corona por este lado es su módulo de cuatro cámaras. En el poco tiempo (apenas media hora) que pasamos con el terminal no hemos podido probar las bondades de las nuevas ópticas y sensores, pero los primeros vídeos de funciones como la grabación a cámara súperlenta a 7680 fotogramas por segundo son una auténtica locura.
A nivel de software, de rapidez de enfoque y de rendimiento general, la cámara del Mate 30 se siente muy parecida a la del P30 Pro. Solo con eso ya tiene mucho terreno ganado a la hora de competir en la liga de los grandes. También prometen mucho los 51200 de ISO, y el hecho de que ahora la cámara gran angular se beneficie de la misma luminosidad que el objetivo principal. Uno de los grandes problemas del P30 Pro o del Mate 20 es que todas las ventajas del modo nocturno se pierden en cuento pasamos a usar otra lente que no sea la principal. Se supone que el Mate 30 solucionará esto.

Los vídeos de muestra de grabación con efecto bokeh en tiempo real y de time-lapse a 4K con HDR también pueden ser lo que marque la diferencia, pero aún tendremos que esperar a una review completa y pausada para comprobar si cumplen lo que prometen.
En cierto modo, el Mate 30 se siente como un Mate 20 venido del futuro. Afina muchos de los detalles que aún no estaban pulidos en aquel modelo e introduce funciones que rivalizan con el P30 Pro y con muchos otros gama alta. La cámara sigue siendo la más potente de esas funciones, así que solo queda por ver si Huawei consigue cumplir su promesa y lanzar su nuevo buque insignia con aplicaciones de Google. Si lo hace, será un serio contendiente en la gama alta Android.