
La reciente falla de dos cables de soporte en el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico ha desestabilizado la estructura de tal manera que no se puede reparar sin colocar a los trabajadores de la construcción en un riesgo significativo, según funcionarios de la Fundación Nacional de Ciencias. Como se temía, el querido telescopio de 300 metros tendrá que ser desmantelado.
Como si 2020 no pudiera ser peor, ahora se ha hecho oficial la noticia de que el plato gigante de Arecibo tendrá que ser demolido. La Fundación Nacional de Ciencias (NSF, según sus siglas en inglés) ha tomado esta difícil decisión luego de una revisión de las evaluaciones de ingeniería, que concluyó que el observatorio está en muy mal estado y que no se puede estabilizar sin poner en peligro a los trabajadores. La NSF ahora está planeando el desmantelamiento controlado del plato, poniendo fin a una carrera histórica de 57 años.
“Quiero decir esto con todo el énfasis posible”, dijo Ralph Gaume, director de la División de Ciencias Astronómicas de la NSF, en una convocatoria para periodistas. “No vamos a cerrar el Observatorio de Arecibo”.
De hecho, si bien el plato de 304 metros tendrá que ser demolido, será necesario hacerlo de tal manera que proteja los demás activos de la instalación, incluyendo muchos edificios importantes debajo de la Torre 12. Una vez que el observatorio se considere seguro, las actividades científicas se reanudarán en el sitio, incluido el trabajo con LIDAR para estudiar la atmósfera de la Tierra. La Universidad de Florida Central administra Arecibo para la NSF, en un acuerdo de cooperación que involucra a la Universidad Ana G. Méndez y Yang Enterprises.
El problema comenzó el 10 de agosto, cuando un cable auxiliar se desconectó de su enchufe, cayendo sobre el plato de abajo y causando daños considerables. Después, el 6 de noviembre, un cable principal se rompió y también cayó sobre la estructura. Con esos dos cables de soporte sin funcionar, surgieron preocupaciones sobre la estabilidad general de la estructura.
Las evaluaciones de ingeniería independientes concluyeron, lamentablemente, que el observatorio tiene un riesgo inminente de falla catastrófica, ya que los cables restantes ya no son capaces de transportar las cargas para las que fueron diseñados inicialmente. Estos cables sostienen actualmente una plataforma de 900 toneladas que cuelga 137 metros por encima del plato. Tres torres sostienen estos cables en su lugar y también corren el riesgo de colapsar y caer en el plato, explicó Gaume. Es más, las reparaciones de estos cables pondrían a los trabajadores de la construcción en grave peligro.

“Aunque nos entristece hacer esta recomendación, creemos que la estructura debe ser demolida de manera controlada tan pronto como sea pragmáticamente posible”, se lee en la carta de recomendación de Thornton Tomasetti, una firma de ingeniería contratada para evaluar la situación en Arecibo. “Por lo tanto, es nuestra recomendación planificar rápidamente el desmantelamiento del observatorio y ejecutar una demolición controlada del radiotelescopio”.
En agosto, cuando falló el cable auxiliar, la instalación aún parecía recuperable. Los funcionarios siguieron adelante con los planes para estabilizar temporalmente la estructura y se ordenaron cuatro cables nuevos (dos cables auxiliares y dos cables temporales), mientras que se encargó un análisis forense para determinar el motivo del fallo inesperado. Pero la rotura del cable principal de 3 pulgadas en noviembre alteró drásticamente la situación, mostrando que los cables eran más débiles de lo que se suponía.
“Todos los cables ahora se consideran sospechosos, incluyendo los cables principales”, explicó Ashley Zauderer, directora de programas del Observatorio de Arecibo en NSF, durante la conferencia de prensa, y agregó que los cables, que pesan más de 6.800 kilogramos, han estado sometidos a tormentas, terremotos, y humedad excesiva.
Las inspecciones visuales de los cables restantes validaron estas preocupaciones, ya que algunos cables presentaban nuevas roturas y algunos cables auxiliares parecían estar saliendo de sus conexiones. Esto provocó una reevaluación de la situación, lo que resultó en la decisión de desmantelar el plato.

“Esta no fue una decisión fácil de tomar para la NSF”, dijo a los periodistas Sean Jones, director asistente de la NSF para la Dirección de Ciencias Físicas y Matemáticas. “Pero la seguridad es nuestra prioridad número uno”.
Gaume dijo que es incluso demasiado arriesgado estudiar los cables restantes, ya que la estructura está “actualmente en riesgo de un colapso inesperado e incontrolado”. Es una estructura para la cual “no entendemos los márgenes de seguridad”, agregó, pero una demolición controlada “nos da la oportunidad de preservar los activos restantes en este observatorio”, que describió como un componente clave de las capacidades educacionales del programa STEM de Puerto Rico.
Respondiendo a una pregunta de Gizmodo, Jones dijo que la NSF está “enfocada” en preservar la infraestructura restante en Arecibo y que la agencia “sigue dedicada al pueblo de Puerto Rico”. Jones espera con ansias explorar el tipo de ciencia que se hará en el futuro, pero “llevará algún tiempo”, en un proceso que involucrará a la comunidad local.
Actualmente se está desarrollando un plan formal para desmantelar el gran plato, y se dieron pocos detalles sobre cómo sucederá este “desmontaje controlado”, además del énfasis del equipo en hacerlo de tal manera que se proteja la infraestructura circundante. Es probable que este plan tarde semanas en desarrollarse, ya que deberá cumplir con los requisitos legales, ambientales, de seguridad y culturales. La simple idea de que la estructura podría colapsar antes de esa fecha es aterradora.
“Una rotura de un cable más en la Torre 4 probablemente resultará en un colapso incontrolado, en el que la plataforma se estrellará contra el plato principal”, dijo Gaume. “También es posible que las tres torres principales en sí mismas, todas de 90 metros de altura, se caigan”, dijo.
El área alrededor del plato está actualmente fuera de los límites, dado el peligro.
Durante la llamada con los periodistas, tanto Gaume como Zauderer insistieron en que las instalaciones están siendo gestionadas de forma correcta.
Se contrataron inspectores a lo largo de los años para evaluar la estructura, e hicieron “todo lo mejor de nuestro conocimiento para inspeccionar los cables según fuera necesario”, incluyendo el monitoreo de los cables después de huracanes o terremotos, dijo Gaume. Estos inspectores “no dieron ningún indicio de que hubiera un problema”.
Haciendo eco de los comentarios de Gaume, Zauderer dijo que las inspecciones regulares del observatorio se completaron de acuerdo con el cronograma. Todavía hay muchas incógnitas, dijo, y las investigaciones forenses aún están en curso. El fallo del cable auxiliar en agosto “no debería haber ocurrido”, dijo Zauderer, y ese evento precipitó la carga adicional en el cable principal.
El trabajo en Arecibo, si todo va bien con el desmantelamiento, continuará. La instalación LIDAR, en particular, continuará ayudando con la investigación de la atmósfera superior y la ionosfera, al igual que una instalación hermana en la isla de Culebra, también en Puerto Rico. En cuanto a las contribuciones del plato principal en esta área, eso ya es cosa del pasado, al igual que su capacidad para hacer radioastronomía.
Es una noticia devastadora para la comunidad científica, pero debemos celebrar los diversos logros que hizo posible el Observatorio de Arecibo, incluyendo la primera detección de un púlsar binario, el primer descubrimiento de un planeta extrasolar y los numerosos descubrimientos de asteroides cercanos, incluyendo algunos potencialmente peligrosos. Por ahora, tendremos que esperar para ver qué le espera a Arecibo.