Gigantescos trozos de metal comenzaron a caer sobre un barrio residencial en Colorado este sábado después de que el motor de un avión estallase en llamas en pleno vuelo.
El vuelo 328 de United Airlines partió del Aeropuerto Internacional de Denver en dirección a Honolulu y comenzó a experimentar fallos en el motor derecho poco después del despegue, según hizo público en un comunicado la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos. Los pilotos a bordo del Boeing 777-200 —que llevaba 231 pasajeros y 10 miembros de la tripulación— emitieron una llamada de emergencia a los controladores de tráfico aéreo, aunque finalmente lograron regresar de manera segura al aeropuerto sin tener que lamentar ningún herido.
Varias calles tuvieron que se cerradas el sábado hasta que el cuerpo de policía localizó y recogió los restos del motor siniestrado. El Departamento de Policía de Broomfield compartió fotos de la escena y resultan ciertamente absolutamente aterradoras.
“Dada la cantidad de personas que hay en la zona de Commons Park en un día normal del fin de semana, tenemos que estar más que agradecidos de que nadie haya resultado herido”, dijeron desde el Departamento de Policía de Broomfield.
Una de las personas que presenció el incidente, Kieran Cain, le dijo a la CNN que estaba fuera jugando con sus hijos cuando escucharon la explosión del avión que estaba sobrevolando la zona. Se refugiaron bajo un saliente cuando algunas partes del avión comenzaron a estrellarse contra el suelo.
“Lo vimos pasar, escuchamos una gran explosión, miramos hacia arriba, había humo negro en el cielo”, dijo Cain. “
Dado lo horribles que son las fotos y los videos del incidente, es un milagro que las cosas no salieran mucho, mucho peor.