Diez veces veces más de lo esperado. Esa es la principal conclusión de un estudio conducido por un grupo de investigadores y publicado ahora en Nature. El riesgo de que un meteorito peligroso como el de Rusia, de unos 19 metros de diámetro, vuelva a impactar en la Tierra es 10 veces mayor de lo estimado, avisan. Los "pequeños" meteoritos pueden ser en realidad devastadores.
Hasta ahora los astrónomos y científicos se habían limitado a medir meteoritos de más de 30 metros de diámetro. Sin embargo, el caído el pasado Febrero en Cheliábinsk, Rusia, demostró el poder destructor de rocas espaciales más pequeñas. Este meteorito estalló en la atmósfera y liberó una energía de 500 kilotones, 30 veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima; su onda expansiva dañó zonas a más de 90 kilómetros de distancia; hubo más de un millar de heridos. Cifras que no se pueden despreciar.
Ahora los astrónomos están comenzando a seguir y a analizar los meteoritos con menos de 30 metros de diámetro. Y hay muchos. Por eso, el riesgo de un nuevo impacto ha aumentado. Los investigadores analizaron 20 años de datos de sensores de infrasonidos antes utilizados para detectar bombas nucleares y han encontrado 60 meteoritos de hasta 20 metros de diámetro con cierto riesgo de impactar en la Tierra.
En definitiva, hemos subestimado el riesgo para la población de los meteoritos más pequeños. Y solo hemos comenzado a catalogarlos y rastrearlos. Hasta ahora, los datos apuntaban que un bólido como el de Rusia podría caer en nuestro planta una vez cada 150 años. Pero los nuevos análisis muestran probabilidades de una vez cada 30 años. Toca mirar más que nunca hacia el cielo. [vía Nature]
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