El vídeo no dura mucho —apenas un minuto—, pero muestra con lujo de detalles un terminal doblemente plegable y aparentemente funcional. Desplegado debe medir unas ocho pulgadas y plegado es más pequeño que un Mi Mix. Si el precedente es el Royole FlexPai que pudimos probar en el CES, este Xiaomi es sin duda el mejor teléfono plegable hasta la fecha.

Como curiosidad, no tiene cámaras frontales ni traseras y la pantalla se pliega sobre sí misma hacia atrás por dos aristas (a diferencia del prototipo de Samsung, que tenía dos pantallas, la flexible y una exterior).

Sabemos que Google está preparando una versión de Android para smartphones plegables, pero el sistema EMUI basado en Android 9 Pie parece funcionar muy bien en este prototipo sin nombre de Xioami. La interfaz es fluida y se adapta rápidamente al estado del panel OLED flexible.

Además de Samsung y Xiaomi, compañías como Huawei y Levono trabajan en sus propios teléfonos plegables. La duda es si llamarán la atención de los consumidores cuando lleguen a las tiendas. Hay dos razones para creer que sí. Por un lado, una pantalla flexible es mucho más resistente que una pantalla rígida (y creo que hablo por todos si digo que estamos un poco hartos de ir por la vida con miedo a que se nos caiga el teléfono). Por otro lado, desplegados tienen el tamaño de una tablet, lo que significa que cabe más texto, más vídeo y más de todo. Por ejemplo, sabemos que Samsung prepara una multitarea real con hasta tres ventanas abiertas a la vez.