Si pensamos en el tronco cortado de un árbol, inmediatamente imaginamos la clásica estructura de anillos concéntricos. Sin embargo, no siempre fue así. El hallazgo de un tronco fósil en perfecto estado de conservación revela una estructura muy extraña que cambia todo lo que creíamos saber sobre árboles.
El fósil tiene 374 millones de años y aha aparecido en China. Generalmente, los árboles no se conservan bien en el registro fósil y, en caso de que lleguen a fosilizarse, lo hacen con mucha materia mineral como arena que dificulta reconocer la estructura original. El fósil hallado en el noroeste de China es una excepción, y ha permitido estudiar por primera vez una sección del tronco que tiene fascinados a los biólogos.
La diferencia está en el xilema, que es el tejido lignificado que forma los conductos por los que ascienden el agua y los nutrientes en las plantas vasculares. En los árboles actuales, el xilema es un solo cinlindro. A medida que el árbol crece, va creando nuevos anillos de tejido que, de hecho, sirven para medir su edad. En otras plantas leñosas como las palmeras, el xilema forma una red de fibras envueltas en tejido blando.
El xilema del árbol encontrado en China, de la familia cladoxlopsids, no se ajusta a ninguno de estos dos modelos. Su seccion está compuesta por multitud de xilemas independientes que crecen y se ajustan a medida que lo hace la planta. Cada uno de estos xilemas es como un pequeño árbol y, de hecho, los conductos tienden a separarse para acomodar otros nuevos, no a fundirse en un tronco general. De hecho, el anillo interior del tronco parece estar vacío.
Los científicos de la Universidad de Cardiff que han analizado el fósil no saben con exactitud qué ventajas podía tener esta peculiar configuración. La hipótesis que barajan es que servía para capar más nutrientes y que incluso podía servir para captar más monóxido de carbono a la planta, pero aún es preciso estudiar más ejemplares para llegar a una conclusión. [Universidad de Cardiff vía Atlas Obscura]