
Si tuvieras que resumir el impacto del cambio climático en el Ártico en una fotografía, sería difícil encontrar alguna mejor que esta imagen por satélite, donde se puede ver cómo se funde una de las mayores reservas de hielo de la Tierra tras el paso de un incendio forestal.
Ésta es la imagen en cuestión, cortesía del experto en imágenes satelitales Pierre Markuse.

Los incendios forestales de estos últimos años en Groenlandia son uno de esos extraños y siniestros impactos del cambio climático. Aunque la zona que se está quemando actualmente no es tan grande como la de otras partes del Ártico, claramente no indica nada bueno, ya que prácticamente no hay registros de que hubiese habido incendios en Groenlandia. Los datos satelitales muestran que es el año que más emisiones de dióxido de carbono ha habido. El incendio actual, visible en la esquina inferior izquierda de la imagen, avanza poco a poco a través de la turba, rica en carbono.
Pero si este incendio da miedo, lo que está sucediendo con el hielo de Groenlandia es realmente aterrador. La última ola de calor ha actuado como si fuese un soplete, provocando que se funda gran parte de la capa de hielo. Los estanques visibles en esta imagen por satélite indican una fusión mucho más amplia. Se estima que el 56% de la superficie de la capa de hielo se derritió el pasado jueves, enviando más de 10.000 millones de litros de agua al océano.
Eso es más de 15.100 piscinas olímpicas. Puedes ver también cómo se funden los márgenes de la capa de hielo en las imágenes satelitales, lo cuál muestra cuánto se ha extendido la zona de deshielo. Hay pruebas en vídeo que muestran como el agua se precipita acompañada de montones de sedimentos.
Aunque parte de la capa volverá a coger forma durante los próximos días, el daño ya estará hecho. La capa de hielo está perdiendo hielo seis veces más rápido que hace solo 40 años, lo cual es una tendencia muy preocupante por un par de razones. La escorrentía afecta a la circulación oceánica a medida que el agua fría y dulce se va acumulando en el Atlántico Norte. Todo ese agua extra también contribuye al aumento del nivel del mar. Si toda la capa de hielo se derritiese, elevaría el nivel del mar hasta 6 metros de altura. Esto no es algo que vaya a ocurrir de la noche a la mañana, pero incluso este último derretimiento es suficiente para causar un aumento medible del nivel del mar. Y esto ha sido solo el comienzo.