Según Xataka Ciencia, Fry se quedó corto.

El genoma humano tiene aproximadamente 6000 millones de pares de bases en las 23 parejas de cromosomas que, normalmente, hay en el núcleo de cada una de nuestras células. Los espermatozoides son células haploides (con la mitad de cromosomas), así que en vez de 6000 millones de pares de bases, tienen 3000.

Las bases del ADN siguen un sistema cuaternario en lugar de binario: no hay unos y ceros, sino adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). Pero como los pares de bases son complementarios (cada base en una pareja es, digamos, la imagen en espejo de la segunda), pueden codificarse en 2 bits, lo que se traduce en 2 * 3000 * 10^6 * 1,25 * 10^-7 = 750 megabytes de información genética.

Así que, ahí lo tienes, un espermatozoide promedio contiene cerca de 750 MB de datos. Y eso sin contar el ADN mitocondrial, que proviene de tu madre.

Suponiendo que una eyaculación dure tres segundos y contenga 40 millones de espermatozoides (lo que viene siendo contar a la baja), cada eyaculación “transfiere” alrededor 40 * 10^6 * 750 * 10^-6 = 30.000 terabytes de datos.

Y digo “transfiere” entre comillas porque, como apuntan en Quora, no es que esa información vaya a alguna parte. Solo un espermatozoide consigue transferir los datos al óvulo, y puede tardar horas o incluso días en llegar.

En palabras de Sergio Parra, es más bien un ataque DDoS:

Por lo tanto, en realidad es más 30 000 TB de información codificada por ADN si su recuento de espermatozoides no es bajo. Esto significa que el óvulo resiste este ataque DDoS a 1,5 terabytes por segundo, y solo deja pasar un paquete de datos, ¡siendo así el mejor firewall del mundo! La desventaja es que este único paquete de datos pequeño que deja pasar, bloquea el sistema durante 9 meses.

¿Te sigue impresionando tu conexión de fibra óptica?