
Hay momentos en la vida en los que descubres algo y te preguntas cómo demonios has podido pasar toda tu vida ignorando ese dato. Ahora, por ejemplo, sé que tengo una oreja notablemente más grande que la otra. Supongo que tengo que agradecérselo a Sony y a sus nuevos auriculares con cancelación de ruido.
Esos auriculares no son otros que los Sony WF-1000XM3. Se trata de la versión in-ear de los WH-1000XM3, que a día de hoy son los mejores auriculares con cancelación de ruido en relación calidad-precio que puedes comprar. Lo decimos con conocimiento de causa. Puedes leer el análisis de ellos que hizo nuestro compañero Adam aquí. De hecho ahora tienen una nueva versión más barata (los Sony XB900N) que también suena genial.
Pero vayamos a los Sony WF-1000XM3. Te podemos resumir la prueba en una sola frase: estos son los auriculares internos tipo AirPods con mejor cancelación de ruido que vas a encontrar. También puede que te descubran cosas interesantes de tu anatomía, pero no adelantemos acontecimientos.
Diseño
Los Sony WF-1000XM3 no son exactamente pequeños. Definitivamente no son tan pequeños como los AirPods de Apple o los Freebuds 3 que Huawei presentó en la IFA de este año. El estuche de carga es casi del tamaño de un paquete de tabaco estándar, y los propios auriculares tienen un cierto tamaño y peso también (8,5 gramos cada uno).

Todo ese tamaño tiene su razón de ser. Los WF-1000XM3 llevan dentro bastante más tecnología que los demás auriculares de este tipo que conoces. La gran parte de ese espacio lo ocupa el nuevo chip HD QN1e, que es el corazón de un sistema de cancelación de ruido sencillamente espectacular. El chip combina reducción de ruido digital, procesamiento de señal de audio de 24 bits, y un convertidor D/A con un amplificador propio.
La calidad de sonido que da ese chip está a años luz de la mayor parte de auriculares internos del mercado y compite solo con los gama alta de marcas como Bose o Sennheiser. Luego hablaremos de esa calidad. Estábamos hablando de por qué son tan grandes. El chip HD QN1e va conectado a dos micrófonos que captan el sonido ambiental. uno en el exterior, y el otro oculto en la parte posterior. Los más observadores os habréis fijado en una pequeña superficie brillante en el interior. Es un sensor de proximidad que sirve para activar los auriculares al ponérnoslos, y pausar la reproducción al quitarnos cualquiera de ellos. Realmente práctico.
El resto del espacio lo ocupa una batería que da a los WF-1000XM3 seis horas de autonomía. El estuche de carga permite cargar los audífonos completamente tres veces más, lo que eleva la autonomía total a 24 horas. La carga, además, es rápida. En 10 minutos tienes ya energía para hora y media de música.

El estuche de carga, por cierto, se carga mediante USB-C, algo muy de agradecer en un mundo en el que la mayor parte de móviles ya carga con ese estándar. Colocar los audífonos dentro del estuche es un auténtico placer. Basta dejarlos caer y ver cómo los imanes los enderezan y fijan con un satisfactorio “clic”.
Ergonomía y cancelación de ruido
Pese al tamaño, debo reconocer que los WF-1000XM3 son realmente cómodos de llevar. Lo bastante como para llevarlos puestos durante horas y horas en un avión (lo he hecho en un vuelo de 11 horas a Hong Kong) sin que mis orejas se resintieran lo más mínimo. Fantásticos.
También tienen muy buen agarre. El cuerpo de los audífonos reposa sobre la curva interna del pabellón auricular en un diseño que Sony denomina estructura ergonómica de tres puntos. En otras palabras, que la parte externa del auricular queda posada sobre tres puntos de la oreja. Eso sí, no es un sistema tan seguro como para hacer deporte. Eso por no mencionar que no son resistentes al agua. Los WF-1000XM3 son unos auriculares de uso diario para aislarnos en lugares como el metro. un avión o una oficina ruidosa. No son para correr.

La cancelación de ruido tiene mucho que ver con la ergonomía. En un modelo over-the-ear como los WH-1000XM3, las almohadillas crean un espacio acústico alrededor de la oreja para aislarnos de parte del sonido ambiente. El sistema activo de cancelación de ruido hace el resto. En los pequeños WF-1000XM3, la cancelación depende de que las almohadillas de goma tapen correctamente el canal auditivo. Si no lo hacen da igual que el chip trabaje a toda potencia.
Una oreja más grande que la otra
El caso es que desde que comencé a usar los auriculares noté que el derecho se movía un poco. No solo es que cancelaba peor el sonido. Es que a veces se movía hasta el punto de caerse. Al principio atribuí el problema a un piercing que llevo en el trago de la oreja derecha (es una larga historia), y que a menudo me da problemas de ajuste con los auriculares. Entonces fue cuando revisé los tutoriales que vienen con la aplicación y encontré esto:

—¡Naaaah!— Pensé —No puede ser por eso— Todos los auriculares de gama alta vienen con muchas puntas de goma para adaptarse al tamaño de las orejas del usuario, pero lo de que pudiera necesitar una almohadilla de un tamaño diferente en cada oreja me parecía exagerado. De todos modos probé con varias almohadillas por si acaso...
¡Sorpresa! Resulta que mi canal auditivo derecho es sensiblemente más grande que el izquierdo hasta el punto de necesitar una talla más de almohadilla. A ver... soy consciente de que los seres humanos no somos perfectamente simétricos. A menudo las partes que conforman una mitad son un poco más grandes, más fuertes o más... ¡ejem! colgantes que las de la otra, pero de ahí a comprobar que estoy realmente mal fabricado hay un trecho. Ahora, gracias a Sony, me ha quedado claro. Gracias, supongo...
Dejando a un lado los chistes, lo cierto es que dedicar un poco de tiempo y atención a configurar los auriculares supone una diferencia brutal, y eso incluye probar con varias almohadillas solo para estar seguros. Ahora, el conocimiento (adquirido de forma empírica) de mi propia asimetría me acompañará de por vida, y el conocimiento es poder.
Controles y software
Los controles de los WF-1000XM3 con probablemente el apartado que más problemas me ha dado, pero no puedo culpar a Sony, sino a mi propia torpeza. Los controles físicos de los audífonos están concentrados en las dos superficies circulares, que son táctiles. Haciendo uno, dos, tres toques o manteniendo el dedo sobre el círculo se pueden manejar todas las funciones. Este vídeo las repasa todas.
El problema con la superficie táctil es que requiere cierto tiempo habituarse a ella para no tocarla sin querer ajustándonos los audífonos. Llega un momento que te acostumbras, pero al principio caerás un par de veces en la trampa de tocar donde no debes.
La segunda parte de los controles llega con la aplicación Sony Headphones Connect (disponible en iOS y Android). La app es común para todos los auriculares de la compañía y adapta sus funciones cuando detecta el modelo concreto que usamos.
Sony Headphones Connect es de lo mejorcito que he visto en cuanto a software para auriculares. No solo informa del nivel de batería o permite configurar los controles. Además es necesario instalarla para configurar la cancelación de ruido. El sistema de cancelación está configurado por defecto con una opción llamada Control de Sonido adaptativo que deja en manos de una especie de IA el nivel de cancelación que usamos en cada momento. Si los algoritmos del chip detectan que estamos en el metro o el autobús, sube el nivel de cancelación. Si estamos en una habitación silenciosa, los baja. También se encarga de pausar la cancelación de ruido si cree que hay un sonido importante como una voz o un anuncio por megafonía.
El problema es que a mi juicio el control de sonido adaptativo no funciona del todo bien. Tras usar los WF-1000XM3 durante cerca de un mes he llegado a la conclusión de que es demasiado sensible. Pausa la cancelación o incluso la reproducción con demasiada facilidad, y no quiero dejar de escuchar música solo porque la azafata está diciendo que si quiero comprar algo en el catálogo. A veces basta un simple pitido como el de un tren para activarlo durante unos segundos. Es un poco molesto.

Mis problemas con el sistema terminaron en cuanto desactivé esa opción y pasé a manual. Me gusta aislarme completamente del exterior, así que tengo la cancelación de ruido siempre a tope. Si quiero enterarme de lo que pasa a mi alrededor solo tengo que pulsar brevemente el botón táctil izquierdo. La aplicación tiene otra función por la que vale su peso en oro: los modos de ecualización. Permiten ajustar el sonido de los auriculares a nuestro gusto y realmente son una maravilla.
Calidad de sonido
El otro punto fuerte de los WF-1000XM3 es la calidad de sonido. Se da la circunstancia de que llevo los dos últimos meses probando una remesa particularmente numerosa de auriculares internos de distintas compañías (Huawei, JBL, Plantronics, Skullcandy...) y hasta ahora no he encontrado unos que suenen mejor que estos. El driver que llevan los audífonos no es precisamente el más grande que hay (6mm). Tampoco tienen más sensibilidad que otros modelos (De 20 a 20.000 Hz con muestreo a 44,1 kHz).

Pese a ello me sigue sorprendiendo la calidez del sonido que ofrecen y la potencia de los graves para tratarse de un dispositivo tan pequeño. Probablemente el secreto sea el amplificador interno, el conversor D / A y el sistema de procesado de sonido made in Sony. Son tres campos en los que la compañía lleva años trabajando y afinando sus sistemas. La cancelación de ruido activa es la guinda del pastel a esa calidad de sonido. Aísla tanto del exterior que permite disfrutar de hasta los más pequeños matices de la música.
También hay que apuntar que no se trata exactamente de unos auriculares para audiófilos. Los WF-1000XM3 no son compatibles, por ejemplo con apt-X o LDAC, lo que probablemente haga a muchos rasgarse las vestiduras. Si lo que buscas es un sonido para puristas en este formato de auriculares inalambricos internos, lo que buscas probablemente sean los Sennheiser Momentum True Wireless. Eso sí, no esperes mejor cancelación de ruido que en los WF-1000XM3 porque no la vas a encontrar. Eso por no mencionar que los Sennheiser cuestan 299 euros (Ahora mismo están de oferta por 238 euros) y los Sony WF-1000XM3 cuestan 249 euros y probablemente bajen aún más de precio en Black Friday. Si eres de los que enarca mucho las cejas oyendo las pendejadas que se dicen a veces en el metro, o padeces misofonia y tus compañeros de trabajo mastican como excavadoras no lo pienses más. Esta es la mejor cancelación de ruido que vas a encontrar en formato “AirPods”.
Sigo probando auriculares y más auriculares, pero cada vez que vuelvo a los Sony no puedo evitar pensar: ¡Qué bien suenan estos chismes! y sonreír. Y al final es de eso de lo que va todo esto. De disfrutar los dispositivos que compramos aunque nos hagan “crecer” las orejas.