
La actividad sísmica provocada por un volcán submarino en el océano Pacífico ha hecho emerger una veintena de barcos japoneses hundidos durante la sangrienta batalla de Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial.
Los 24 barcos fueron arrastrados a la costa occidental de la isla de Iwo Jima, que se encuentra 1200 kilómetros al sur de Tokio, después de que el propio lecho marino fuera empujado hacia arriba por el volcán Fukutoku-Okanoba.
Según Live Science, los restos blanqueados por el mar provienen de buques de transporte que la Marina de Estados Unidos capturó y hundió deliberadamente en paralelo a la costa de Iwo Jima para formar un rompeolas. El objetivo era proteger a sus tropas para el desembarco, ya que la isla no tenía puerto.
La batalla de Iwo Jima tuvo lugar entre febrero y marzo de 1945, y duró 36 días. 70.000 marines estadounidenses, distribuidos en tres divisiones, asaltaron la isla protegida por 20.000 soldados japoneses, que estaban escondidos en búnkeres entre las rocas volcánicas de Iwo Jima. 7000 estadounidenses murieron y otros 20.000 resultaron heridos. Todos los japoneses, salvo los 216 que fueron capturados vivos, perdieron la vida.
Iwo Jima es parte de un archipiélago de 30 islas subtropicales creadas por la subducción de la placa tectónica del Pacífico bajo la placa marina de Filipinas. El monte Suribachi, en Iwo Jima, es el respiradero inactivo de un volcán activo, que algunos expertos consideran uno de los volcanes más peligrosos del mundo.
El archipiélago ha estado experimentando un repunte de eventos sísmicos en los últimos meses. El volcán submarino Fukutoku-Okanoba ha estado en erupción desde agosto, cuando hizo aparecer en el Pacífico una nueva isla en forma de luna creciente. Formada a partir de piedra pómez y ceniza volcánica, se espera que la pequeña isla desaparezca pronto debido a la erosión.