En un año Estados Unidos ha aumentado en cinco veces todo lo relacionado a las búsquedas de información digital en sus fronteras. Cada una de ellas fue una posible violación de la privacidad. Por ello, la Electronic Frontier Foundation ha lanzado la guía para proteger tus datos antes, durante y después de entrar.
Hace unas semanas publicábamos una serie de consejos para cruzar la frontera de Estados Unidos sin entregar tu información en la red. Se trataba de una serie de pautas a seguir de varios expertos en seguridad y hackers que habían hablado con la revista Wired.
La guía que mostramos hoy es algo mucho más grande, obvio también si pensamos que llega desde la EFF, posiblemente una de las organizaciones que más ha luchado por la privacidad y la libertad de expresión de los usuarios (ciudadanos) en la red.
Como dice la organización, nuestras vidas hoy no se pueden separar del campo digital. Y de hecho están minuciosamente documentadas en los teléfonos, portátiles o en la nube. Nuestros dispositivos llevan registros de conversaciones privadas, fotos de familiares, documentos médicos, información bancaria, información sobre qué sitios web visitamos y otras muchas cosas de las que probablemente no somos conscientes.
No sólo eso, las personas en muchas profesiones, como abogados o periodistas, pueden tener una mayor necesidad de mantener su información electrónica confidencial. Lo que nos lleva a la gran pregunta, ¿existe alguna manera para que los viajeros podamos mantener nuestros datos digitales seguros?
Lo cierto es que la Constitución de Estados Unidos impone fuertes límites a la capacidad del gobierno para acometer acciones contra esta información. No así en la frontera, donde los límites, hoy más que nunca, parecen inexistentes o extremadamente débiles para los viajeros.
Los agentes o personal fronterizo pueden intentar pedirte la información de teléfonos, ordenadores o cualquier dispositivo portátil. También pueden tratar de conseguir el acceso de nuestra información en la nube, redes sociales, correos...
La guía que ahora publican desde la EFF es una actualización a la que tenían desde el 2012. Como ellos mismos dicen, ha llovido mucho desde entonces con leyes que se han actualizado a peor. La guía ayuda a los viajeros a entender los riesgos individuales a la hora de cruzar la frontera de los Estados Unidos y ofrece una visión general de las leyes en las fronteras junto a un resumen técnico para asegurar los datos digitales.
Dividida en dos partes, la primera de ellas identifica los factores de evaluación del riesgo que todos los viajeros deben considerar (tales como su estatus migratorio, el historial de viajes o los datos almacenados en el dispositivo) y las acciones potenciales que los viajeros pueden tomar para asegurar su privacidad digital en la frontera de los Estados Unidos. Según la EFF, estas acciones incluyen:
Antes del viaje
Los viajeros deben decidir si pueden reducir la cantidad de información digital que transportan a través de la frontera. Por ejemplo, pueden dejar ciertos dispositivos en casa, usar dispositivos temporales, eliminar contenido de sus dispositivos o cambiar contenido en la nube. Los viajeros deben proteger la información que transportan sobre la frontera. Y lo que es más importante, deberían utilizar el cifrado y hacer copias de seguridad de sus datos en otro lugar.
Además, poco antes de llegar a la frontera los viajeros deben apagar sus dispositivos, lo que permitirá invalidar posibles ataques contra el cifrado que tengan. Por último, no deben confiar únicamente en los sistemas de huellas dactilares, las cuales y según la EFF, son menos seguras que las contraseñas.
Una vez en la frontera de Estados Unidos
Actualmente se han dado casos donde los agentes han pedido a los viajeros que desbloqueen sus dispositivos, que proporcionen sus contraseñas en los dispositivo o incluso que revelen su información en los medios sociales. Esto, obviamente, nos presenta un dilema. Si cumplimos, entonces los agentes pueden escudriñar y copiar nuestra información digital sensible. Si declinamos, entonces los agentes pueden llegar a tomar nuestros dispositivos, someternos a largos interrogatorios adicionales o finalmente a detenciones.
Los cierto es que los agentes fronterizos no pueden negar la admisión de un ciudadano estadounidense al país. Sin embargo, si un visitante extranjero declina ofrecer los datos que piden, un agente puede negarles la entrada. Y si un residente permanente legal declina, los agentes pueden plantear preguntas complicadas acerca de su permanencia como residente.
Nuestra respuesta a este dilema puede variar según la evaluación del riesgo que veamos. Sin embargo y como recalcan en la EFF, todos los viajeros deben permanecer calmados y respetuosos en todo momento, no debemos mentir a los agentes fronterizos u (obviamente) obstruirlos físicamente, y además debemos planificar este dilema con antelación.
¿Cómo? Tratando de documentarnos o pidiendo educadamente los nombres, números de identificación y agencias de los oficiales gubernamentales con los que interactuamos. Eso sí, en este punto hay que echarle valor.
Después del viaje
Una vez que has salido del país y si crees que los agentes fronterizos estadounidenses violaron tus derechos al buscar en los dispositivos digitales o en tus cuentas online, desde la organización explican que se pueden poner en contacto con ellos a través del correo borders@eff.org.
Segunda parte
La segunda parte de la guía proporciona información sobre las leyes y las políticas relacionadas con la búsqueda de información digital en las fronteras y cómo ayudarnos a entender el contexto legal existente. En particular, la EFF aborda los siguientes conceptos en la guía:
Nuestros derechos en la frontera
La EFF recuerda que en comparación con las personas en el interior del país, los agentes fronterizos tienen más poder sobre las personas que cruzan la. Aún así, la frontera no es una zona libre de la Constitución de Estados Unidos. Las facultades de los agentes fronterizos se ven atenuadas por la Primera Enmienda (libertad de expresión, asociación, prensa y religión), la Cuarta Enmienda (libertad en cuanto a las búsquedas no razonables y las incautaciones), la Quinta Enmienda y la Decimocuarta Enmienda (no discriminación).
Políticas y prácticas gubernamentales en la frontera
La EFF recuerda que durante muchos años los gobiernos federales han conseguido amplios poderes en la frontera para buscar y aprovechar la información digital de los viajeros. Estas intrusiones han ido creciendo en frecuencia e intensidad en los últimos años.
Tercera parte
La última parte de la guía es un manual sobre las aplicaciones y tecnología que nos permiten protegernos de la privacidad. Para asegurar nuestra vida digital la EFF dice que debemos confiar (y entender) el cifrado, las contraseñas, la eliminación efectiva y el almacenamiento en la nube. Si en la primera parte de la guía se destacaban algunas de las formas en que podemos utilizar estas herramientas y servicios para proteger su privacidad, en la tercera parte se ofrece una inmersión más profunda.
Les dejamos con el enlace a la guía de forma más extensa y terminamos con la conclusión de la organización. Es un hecho que en la frontera de Estados Unidos se tienen menos derechos que en el interior. Sin embargo, el viajero puede tomar medidas antes, durante y después de cruzar la frontera para proteger su privacidad digital. Y si por la razón que sea sientes que tus derechos han sido violados, la misma EFF se ofrece a asesorar sobre cuestiones legales al respecto. [EFF]