
En muy poco tiempo, tan pronto como 2023, podría existir un tratamiento legal de psicoterapia asistida por MDMA para personas con trastorno de estrés postraumático severo (TEPT).
Y es que los últimos resultados en un ensayo clínico en etapa tardía para estos pacientes han resultado esperanzadores, acercándola poco a poco a la aprobación médica para la afección.
El estudio, pendiente de publicar en Nature, incluyó a 90 personas con TEPT que se sometieron a psicoterapia durante el ensayo. Estos participantes incluyeron veteranos de combate, socorristas y víctimas de agresión sexual, tiroteos, violencia doméstica o traumas infantiles, según contó el New York Times.
Tras dos sesiones introductorias con terapeutas, cada participante completó tres sesiones de 8 horas en las que recibieron MDMA o un placebo. El ensayo fue doble ciego, lo que significa que ni los terapeutas ni los participantes sabían qué fármaco se había administrado.
Al final, los datos mostraron que los pacientes que recibieron MDMA experimentaron un mayor alivio de sus síntomas que el grupo de placebo, y dos meses después de finalizado el tratamiento, el 67% ya no cumplía con los criterios de diagnóstico para el TEPT, mientras que solo el 32% del grupo de placebo mostró este nivel de mejora.
Según Rick Doblin, autor principal del estudio y director de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos:
No es el medicamento, es la terapia mejorada por el medicamento. El MDMA puede mejorar los efectos de la terapia de conversación a través de varios mecanismos. La droga aumenta los niveles de serotonina en el cerebro, una sustancia química conocida por modular el estado de ánimo.
No solo eso. Los investigadores explican que el MDMA también aumenta los niveles de las hormonas oxitocina, que se cree que mejoran los sentimientos de empatía y confianza, y prolactina, relacionada con sentimientos de relajación y satisfacción. Además, también aumenta la actividad cerebral en la corteza prefrontal, clave para el procesamiento de la información, y sintoniza la amígdala, una estructura cerebral involucrada en la motivación y el comportamiento emocional, como el impulsado por el miedo y el pánico.
Así, “en combinación los efectos pueden ayudar a las personas con TEPT a salir de un estado hipervigilante e hiperactivo y a una mentalidad en la que procesar el trauma se vuelve más factible”, explican.
Para que sea completamente aprobada por la FDA, la psicoterapia asistida por MDMA debe obtener resultados positivos en un segundo ensayo clínico de última etapa, ensayo para replicar los resultados del primero. De hecho, actualmente ya está en progreso e incluye a 100 participantes. [ScienceAlert, Nature, New York Times]