
Un grupo de astrónomos ha detectado por primera vez una molécula de carbono conocida como catión metilo (CH3+) en el disco protoplanetario que rodea a una joven estrella, y que se encuentra a unos 1350 años luz de distancia en la nebulosa de Orión. Este descubrimiento único ha visto la luz recientemente en la revista Nature.
Como explica la ESA en un comunicado, el catión metilo es la “piedra angular de la química orgánica interestelar”, puesto que es capaz de reaccionar con una amplia gama de moléculas y puede provocar que sobre ella se construyan moléculas más complejas.
Esta molécula nunca se había detectado en el espacio antes. Fue encontrada en un sistema llamado d203-506, a más de un millar de años luz de la Tierra. Este sistema tiene en su centro una pequeña estrella enana roja (una estrella con aproximadamente una décima parte de la masa de nuestro sol) y está rodeado por gas y polvo.

“La detección de CH3+ no solo demuestra la increíble sensibilidad del James Webb, sino que también confirma la importancia central de CH3+ en la química interestelar”, dijo Marie-Aline Martin-Drumel, espectroscopista de la Universidad Paris-Saclay y coautora de la investigación, en un comunicado.
Los investigadores creen que el disco protoplanetario en el que ha encontrado la molécula ha sido bombardeado con gran cantidad de luz ultravioleta, algo que podría tener relación directa con su aparición.
“Esto demuestra claramente que la radiación ultravioleta puede cambiar por completo la química de un disco protoplanetario. De hecho, podría desempeñar un papel fundamental en las primeras etapas químicas del origen de la vida”, explicaba en un comunicado Olivier Berné, autor principal del estudio e investigador científico en el Centro Nacional Francés de Investigación Científica de Toulouse.
Las características únicas del Webb hacen que sea la herramienta perfecta para analizar este tipo de regiones estelares. Como el telescopio puede tomar imágenes en la longitud de onda del infrarrojo e infrarrojo cercano, es capaz de atravesar las nubes de gas y el polvo que ocultan algunos eventos cósmicos en el espectro de luz visible. Esta característica es aun más sencilla de entender cuando comparamos las mismas fotografías hechas por el Hubble y por el telescopio Webb.
El estudio de compuestos de carbono como el catión metilo es vital para entender cómo se desarrolló la vida en la Tierra y como ese mismo mecanismo podría ayudar a que surgiese vida en otras partes del Universo.