Durante las últimas dos semanas, Marte ha sido azotado por una gran tormenta de polvo, lo que obligó a la NASA a poner su rover Opportunity en modo de hibernación. Pero el Curiosity, el rover que se encuentra en el otro lado del planeta, ahora también está sintiendo los efectos de la tormenta, revelando que la escala de la tormenta es casi tan grande como el planeta.
El alcance de esta tormenta de polvo es casi incomprensible, dado que incluye el tamaño combinado de América del Norte y Rusia. La NASA dice que ahora la tormenta se extiende a través de toda la circunferencia de Marte, lo que se traduce en un evento de polvo que rodea todo el planeta rojo.
El rover Opportunity, que depende de la energía solar, está temporalmente (con algo de suerte) fuera de servicio. El Curiosity, ubicado a unos 8.200 kilómetros de distancia del Opportunity, ahora también está sintiendo los efectos de la tormenta, tras haberse duplicado la cantidad de polvo en el aire la semana pasada. El oscurecimiento creado por esta neblina atmosférica, medido en “tau”, actualmente es de aproximadamente 8,0 en el cráter Gale, lo cual es la tau más alta registrada en la historia de la misión Curiosity. En la ubicación de Opportunity, el tau es de 11, lo que significa que está realmente oscuro. Pero a diferencia de Opportunity, Curiosity no corre el riesgo de perder potencia, dado que depende de una batería nuclear.
Esto no quiere decir que la tormenta no esté afectando a Curiosity. Debido a la tenue iluminación, las cámaras de Curiosity requieren un mayor tiempo de exposición, lo que significa que el equipo óptico es más vulnerable a todo el polvo a su alrededor. No es una situación es ideal.
Aún así, Curiosity se las ha arreglado para tomar algunas fotos recientes del paisaje marciano, revelando una neblina de polvo cada vez más densa, la cual actualmente es de seis a ocho veces más densa que de costumbre.
En la Tierra no es posible que existan tormentas que rodeen todo el planeta, gracias a nuestra densa atmósfera, a una gravedad más fuerte y a una gran cantidad de vegetación. En Marte las cosas son muy diferentes, como explica la NASA:
Las tormentas de polvo marcianas son comunes, especialmente durante la primavera y el verano del hemisferio sur, cuando el planeta está más cerca del Sol. A medida que la atmósfera se calienta, los vientos generados por mayores contrastes en la temperatura de la superficie en diferentes lugares movilizan partículas de polvo con un tamaño similar al de los granos individuales del talco.
El dióxido de carbono congelado en el casquete polar de invierno se evapora, espesando la atmósfera y aumentando la presión de la superficie. Esto facilita el proceso al ayudar a suspender las partículas de polvo en el aire. En algunos casos, las nubes de polvo alcanzan hasta 60 kilómetros o más de altura.
Algunas tormentas en Marte duran pocas semanas, mientras que otras duran años. La ciencia todavía no ha logrado comprender por completo cuáles son los factores que impulsan estas variaciones, y por esta razón esta tormenta, la más poderosa que ha azotado el planeta rojo desde el año 2007, ha despertado un gran interés en los científicos.
Marte no es el único planeta que experimenta tormentas tan grandes que pueden rodearlo por completo. En 2013, los astrónomos detectaron una tormenta masiva de truenos y relámpagos en Saturno, la cual creó un anillo alrededor del gigante gaseoso, lo que supone una distancia total de 300.000 kilómetros, mucho más grande si la comparamos con Marte, que tiene una circunferencia de unos 21.300 kilómetros. [NASA]