
Después del ambicioso pero desafortunado Royole Flexpai, parecía que el Galaxy Fold de Samsung sería el encargado de demostrar el poder de la tecnología plegable. Más tarde, Samsung le dio el Fold a un puñado de expertos en tecnología, que lo utilizaron como si se tratase de un teléfono normal, y finalmente Samsung tuvo que retirar el Fold para hacerle algunos cambios.
Finalmente, el 27 de septiembre, salió a la venta oficialmente el Fold, y lo he estado usando desde entonces, sin ninguna funda, carcasa o protector de pantalla. Así que ahí va mi experiencia después de pasarme un mes probando el teléfono más importante del año.
A pesar de que se han pasado cinco meses haciendo ajustes y reorganizando el Fold antes de sacarlo al mercado, el modelo final no se siente muy diferente al original que tenía todos aquellos problemas. Samsung ha añadido una placa de acero detrás de la pantalla flexible para aumentar su rigidez. Y en lo referente al software, el cambio más importante es que los botones de navegación ahora se han desplazado hacia la derecha para un mejor uso con una sola mano, lo cuál no parece gran cosa, pero en realidad supone una diferencia significativa. (Los zurdos no tienen de qué preocuparse, también hay una opción para mover los botones de navegación al otro lado de la pantalla).

Pero lo más importante de todo es que Samsung ha cubierto los pequeños agujeros que había entre la pantalla flexible del Fold y su bisagra para evitar que ciertas partículas entren al teléfono. Y el invento ha funcionado. Después de un mes con el Fold, no encontré ni una sola vez nada dentro o debajo de la pantalla.
Los bordes de la película protectora de polímero que solía haber alrededor de la pantalla del Fold han sido extendidos, por lo que ahora descansan bajo los biseles del teléfono, evitando así la tentación de retirarlos con el dedo. Vale que Samsung tuvo parte de culpa al no explicar a todos aquellos que analizaron el teléfono de que no tenían que quitar esa película protectora del Fold original, o al menos debería haberla dejado más protegida, pero parte de la la culpa recae también en aquellos que probaron el teléfono sin ningún cuidado.

Mucha gente cogió y trató al Fold como si fuera un teléfono cualquiera, a pesar de todas las pruebas que invitaban a lo contrario. Al final, lo que quedó de manifiesto fue la estupidez a ambos extremos del dispositivo.
Sin embargo, todo lo anterior no hace que el Fold parezca mucho más resistente. Puedes agrietar la pantalla con las uñas si te lo propones, no es resistente al agua e incluso a pesar de la nueva protección contra partículas, el Fold no resiste ni un puñado de arena.
Todo esto puede sonar bastante mal, pero dicho de otra manera, el Fold básicamente tiene la misma durabilidad que la mayoría de los ordenadores portátiles, pero con una pantalla ligeramente más suave. Tú no te llevarías un ordenador portátil a la playa, e incluso aunque lo hicieras, sabrías que no tienes que sumergirlo en arena. ¿A que ahora la fragilidad del Fold no parece algo tan grave? Y si quieres llevar el Fold a la playa, lo único que tienes que hacer es meterlo en una bolsa. Fácil.

Las otras dos cosas que a menudo preocupan a la gente (el pliegue y su bisagra) no es que sean realmente un problema. Cuando lo miras de frente, el pliegue es prácticamente invisible. Y respecto a la bisagra del Fold, seguramente sea el componente más duradero de todo el dispositivo.
Por lo que, si puedes soportar las limitaciones del Fold, lo que obtienes es uno de los dispositivos multiusos más atractivos del planeta. Solo el hecho de poder ver vídeos en una gran pantalla de 7,3 pulgadas mientras vas en el tren hace que el tiempo corra mucho más rápido. El Fold también es una gran herramienta para el gimnasio, ya que su pantalla es mejor que cualquier cosa que vayas a encontrar integrada en una cinta de correr o en una bicicleta estática.

El Fold también ha hecho que mi Kindle y mi tableta de casa se hayan quedado obsoletos, ya que es el tamaño perfecto para leer libros o cómics. Y gracias a su batería ridículamente extensa y su enorme capacidad de almacenamiento de 512 GB, parece que nunca serán necesarios accesorios como baterías externas o almacenamiento extra (ya sea físico o en la nube). El Galaxy Fold es una verdadera pieza de lujo.
Dicho esto, el Fold todavía tiene mucho margen de mejora. Si fuese un poco más ligero, sería más fácil sostenerlo durante largos períodos de tiempo. Y aunque meter el Fold en el bolsillo nunca ha sido un problema para mí, no le vendría mal adelgazar un poco. También me encantaría que Samsung eliminase el notch del interior del teléfono.
Y la pantalla de 4.6 pulgadas que cubre el propio Fold debería ser más grande. Hay un montón de espacio arriba y abajo, e incluso a los lados. Tal como está diseñado, escribir en ese pequeño teclado es frustrante.

Tengo que admitir que, para muchas personas, nada de esto importará hasta que el precio del Fold (o el precio de sus sucesores) baje y los fabricantes de teléfonos lo equipen con un vidrio flexible en lugar de plástico (que es algo que se rumorea que tendrá el Galaxy Fold 2). Pero mientras tanto, lo mejor que puedes hacer es dejar atrás los prejuicios. Es posible que no quieras ahora un Galaxy Fold, pero no me sorprendería ver que los teléfonos plegables supongan el 20% o el 25% de las ventas de nuevos teléfonos en los próximos cinco años.
¿Es perfecto el Galaxy Fold? No, aun está lejos de eso. Pero durante este último mes me ha demostrado todo su potencial, así que yo sí creo en los teléfonos plegables.