
Aunque Huawei se hizo popular en el mundo de la tecnología con sus teléfonos, lleva años peleando por convertir en referencia otros de sus dispositivos. Sin duda, una de las categorías donde más lejos ha llegado, es en la de los portátiles —más concretamente, en la de los portátiles para productividad— y su último MateBook 16 es una excelente prueba de ello.
Porque el MateBook 16 de Huawei es un Ultrabook del que se pueden decir bastantes cosas buenas. Tiene un diseño cuidado, una gran pantalla de 16 pulgadas, un buen puñado de puertos y una autonomía que impresiona. Si estas son las cosas que buscas en un ordenador portátil, te invito a que sigas leyendo nuestro análisis.
Hay dos aspectos que delatan para qué ha sido concebido este portátil. El primero de ellos es su pantalla. Si te fijas, verás que tiene una pantalla más alta de lo habitual, con una proporción de 3:2. Este sin duda es un aspecto que busca potenciar la productividad, ya que facilita que podamos tener dos programas o ventanas colocados de forma simultánea. De hecho, éste es un formato por el que cada vez más fabricantes apuestan para los dispositivos de esta categoría. ¿Significa esto que no podrás utilizarlo, digamos, para ver películas? Por supuesto que podrás, pero aparecerán unas bandas negras más anchas de lo habitual para ocupar el espacio que falta hasta los 16:9.
El otro aspecto que señala la naturaleza de este ordenador es que no cuenta con una gráfica dedicada. Si buscas un ordenador exclusivamente para jugar o para hacer tareas gráficas pesadas como edición de vídeo o diseño 3D, tendrás que apuntar en otra dirección. Eso tampoco significa que no puedas echarte una partidita ocasional, claro. No tendrás ningún problema para jugar a títulos como Fortnite, Overwatch o League of Legends, pero olvídate de gozarlo con el Cyberpunk de turno.

Para todo lo demás el MateBook 16 va como un tiro. Puedes elegir entre dos versiones: el modelo base, que viene con un procesador Ryzen 5 5600H, o con otra un poco más potente, que incluye un Ryzen 7 5800H. Ambas vienen con 16 GB de memoria RAM, 512 GB de SSD, y gráficos Radeon integrados. El modelo que he probado yo, que viene con Ryzen 7, ni ha pestañeado cuando me he puesto a abrir infinidad de pestañas en Chrome o cuando he estado editando mis fotos en Lightroom. Alguno podría quejarse de que no exista la posibilidad de ampliar el almacenamiento base del ordenador —y quizás no le falte razón—, pero la verdad que, para el tipo de programas y tareas para los que ha sido pensado este portátil, no creo que vaya a hacer falta un SSD mucho más grande.
Sin duda uno de los puntos fuertes de este portátil es su autonomía. Con un uso normal, sus 84 Wh aguantarán cerca de 12 horas, y eso es mucho tiempo. Pero lo mejor es que, gracias a su cargador de 135 W, podrás tener 3 horas de autonomía con apenas 15 minutos de carga. Además, como el cargador del portátil es un conector USB-C, podrás utilizarlo para cargar el resto de tus dispositivos.

A nivel de diseño, el MateBook 16 es casi impecable. El ordenador tiene un elegante y discreto chasis de aluminio, que además ayuda que el ordenador aguante por debajo de los dos kilos de peso. Tanto su estupenda pantalla IPS (un panel de 2520 x 1680p y 60 Hz) como sus acabados y su construcción dan la sensación de que es un ordenador completamente premium, y además tiene un teclado cómodo y espacioso. Pero hay una pequeña mancha en su currículum: su webcam.
Un año más, a Huawei se le ha ocurrido la brillante idea de ocultar la cámara bajo una tecla del teclado, y un año más la cosa ha acabado en desastre. Con la cámara ahí no nos queda otra que alejarnos un poco para poder entrar dentro del encuadre y rezar para que no se nos note mucho la papada. Sinceramente, estamos más que acostumbrados a ver el pequeño agujerito de la cámara selfie en nuestros móviles, así que no sería tan grave que si sucediese lo mismo en un portátil. Hasta me podría valer un notch. Cualquier cosa menos esto.

En lo que respecta a los puertos, el MateBook 16 no es que vaya mal surtido. Cuenta con dos puertos USB-C (uno de los cuales se utiliza también para cargar el ordenador), un jack de 3.5, un HDMI y dos puertos USB-A 3.2. Estaría bien que Huawei hubiese incluido un lector de tarjetas SD en uno de los laterales, pero tampoco es que sea ningún drama su ausencia.
Ah, y si tienes algún otro dispositivo de Huawei, estás de enhorabuena, porque sin duda la compañía china está dando pasos de gigante para la construcción de su propio ecosistema interconectado. Con tan solo un clic podrás conectar tu tablet y utilizarla como un segundo monitor extensible o una tableta de dibujo, copiar las últimas fotos que hiciste con el teléfono móvil o duplicar la pantalla de tu smartphone y responder llamadas desde tu ordenador. Lo mejor de todo esto es que las funciones que se hagan eco del Super Dispositivo de Huawei solo harán que aumentar.

En resumen
Si buscas un buen Ultrabook con el que trabajar, el Huawei MateBook 16 es una apuesta segura. Tiene un peso comedido, potencia más que de sobra para las tareas del día a día, una pantalla tan buena como su autonomía y, de propina, podrás exprimirle algunas funciones extra si tienes otros dispositivos de Huawei. Quizás no sea el ordenador de ofimática más barato del mercado —y ciertamente le vendría bien una tarjeta gráfica dedicada— pero el MateBook 16 demuestra que es una seria opción a considerar.