Porgs. Apenas han aparecido durante dos segundos en los tráilers de The Last Jedi, pero Internet los ama con pasión. ¿A quién podrían no gustarle esas adorables criaturas con aspecto entre pingüino y pug? Pues, para empezar a Chewwbacca, y para continuar a Rian Johnson.
El bueno de Chewbacca hace gala de su habitual temperamento apartando bruscamente a un porg en uno de los últimos avances de escenas de The Last Jedi (sobre estas líneas). No obstante, ser un gruñón es parte del encanto del wookie. El que no parecía ser un gruñón era el director de The Last Jedi. Johnson ha hecho arder Twitter con un pequeño vídeo en el que respondía a la pregunta: ¿con quién ha sido más difícil trabajar, con Chewie o con los porg? La respuesta del director es:
Joonas Suotamo, el actor que interpreta a Chewbacca en The Last Jedi es una persona maravillosa con la que da gusto trabajar. Los porg, por otra parte... No creáis lo que dice la prensa sobre ellos. Han sido una absoluta pesadilla.
¿A qué se refiere Rian Johnson? El director parece sincero cuando habla de los porg, pero hay una razón muy probable para ese comentario. Al igual que BB-8, los porg no se han creado mediante efectos digitales, sino con técnicas prácticas. En otras palabras, los adorables habitantes de Ach-to que son la gran novedad de The Last Jedi son marionetas y animatronics.
La idea era que pareciesen reales y los actores pudieran interactuar mejor con ellos. Es una idea maravillosa, pero tiene su lado oscuro. Los efectos prácticos son extremadamente complejos de poner en escena. Se averían, requieren decenas de cables y controles...
En A New Hope, las escenas en las que sale R2-D2 están hábilmente cortadas para no mostrar como el entrañable robot se pega contra las paredes en prácticamente todas las tomas. La versión animatrónica de Yoda creada por Frank Oz para The Empire Strike Back fue tan problemática que los productores llegaron a preguntarse si no era mejor ponerle un disfraz a un mono. Las dificultades para operar la marioneta retrasaron de tal manera el rodaje que hasta pusieron en apuros financieros a Lucasfilm.
Rodar con marionetas, en definitiva, es extremadamente complejo, y tiene pinta de que los porg no han sido una excepción. Algo me dice que las tomas falsas y el cómo se hizo de The Last Jedi vana ser realmente divertidos de ver. [Star Wars vía Mashable]