
Sabíamos de las espectaculares características geológicas del Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos, alimentadas por pozos de agua caliente. Sin embargo, de las “cañerías” que hacían posible todo debajo del sitio apenas conocíamos. Hasta ahora.
Y es que un equipo de geofísicos sobrevoló el Parque Nacional de Yellowstone para ver sus redes subterráneas ocultas. De esta forma, lograron recopilar una gran cantidad de datos donde destacaban las propiedades eléctricas y magnéticas del agua y la tierra debajo del parque, y cómo las aguas termales están más interconectadas de lo que se pensaba anteriormente.
Lo encontrado se recopiló a través de un instrumento denominado SkyTEM312, transportado por un helicóptero, que envía ráfagas de señales electromagnéticas hacia abajo, lo que da como resultado diferentes respuestas según las características de la roca debajo de la superficie. Según ha explicado el geofísico Steven Holbrook:
Nuestro conocimiento de Yellowstone ha tenido durante mucho tiempo una brecha en el subsuelo. Sabemos mucho sobre las características de la superficie a partir de la observación directa y una buena cantidad sobre el sistema magmático y tectónico varios kilómetros por debajo del trabajo geofísico, pero realmente no sabemos qué hay en el medio. Este proyecto nos ha permitido completar esos lagunas por primera vez.

Con la ingente cantidad de datos recopilados por SkyTEM312 descubrieron que muchas de las características más famosas del parque se encuentran sobre canales de alto flujo cubiertos de arcilla que se extienden a lo largo de fallas y fracturas de rocas volcánicas; se muestran por su baja resistividad eléctrica.
El estudio encontró que el agua subterránea poco profunda se mezcla con agua caliente que se eleva desde profundidades de más de un kilómetro debajo del parque. Las variaciones en esta mezcla conducen a la ebullición por descompresión, la desgasificación y el enfriamiento conductivo, produciendo finalmente el fenómeno térmico por el que se conoce a Yellowstone.
Según Holbrook:
La combinación de alta conductividad eléctrica y baja magnetización es como una huella dactilar de la actividad hidrotermal que se muestra muy claramente en los datos. El método es esencialmente un detector de vía hidrotermal.
Ahora que tenemos este conjunto de datos, muchos biólogos, geólogos e hidrólogos ya han expresado su interés en usarlos, con el fin de analizar todo, desde la diversidad microbiológica en todo el parque hasta el registro histórico de flujos de lava pasados. [Nature via ScienceAlert]