En noviembre de 2014 la humanidad hizo historia al aterrizar, por primera vez, sobre la superficie de un cometa. La sonda Rosetta viajó 10 años para llegar a su destino, pero el aterrizaje no fue perfecto por lo que se perdió contacto durante meses con el módulo Philae. Ahora, la ESA intentará una última vez contactarlo.
Philae aterrizó sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko pero desde el pasado 9 de julio de 2015 el módulo no ha podido hacer contacto con la sonda Rosetta, debido a su posición y la falta de energía por no entrar en contacto con el Sol.
Sin embargo, el módulo todavía no está “muerto”. El 21 de diciembre la sonda recibió una señal de muy poca intensidad por parte del módulo, por lo que ahora la ESA se propone a tratar de “hacerla despertar” con un último intento.
El plan de la ESA consiste en enviar una señal desde la sonda para que la rueda de momento de Philae logre mover el módulo, así sea una sola vez, e intentar que de esta forma entre en contacto con el Sol de nuevo, así sea gracias a la suerte. Según Koen Geurts, uno de los técnicos a cargo de Philae:
“En el mejor caso el módulo podría sacudir y quitar el polvo de sus paneles solares y alinear su posición con el Sol, para recibir mayor energía”.
Esta acción la reaizarán el próximo domingo 10 de enero, y es el último intento por dos importantes motivos: el primero es que la sonda Philae quizás ni siquiera tenga suficiente energía para realizar un segundo intento, y el segundo porque a finales de enero el cometa 67P se alejará tanto del sol que las condiciones para Philae serán, sencillamente, “muy frías”. [vía ESA]
Foto de portada: Cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
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