Si alguna vez notas un cosquilleo extraño y comienzas a ver pequeños bultos en zonas diferentes de la cara, acude al médico cuanto antes. Puede que te esté ocurriendo lo mismo que a una mujer en Rusia. Sí, es posible tener bichos campando en el interior de nuestro rostro.
Según ha explicado la mujer, la primera pista de que algo no iba bien la percibió una mañana al levantarse y mirarse en el espejo: tenía un pequeño bulto debajo del ojo izquierdo. La chica tomó una foto para documentarlo y no le dio más importancia creyendo que no sería nada grave. Sin embargo, cinco días más tarde el bulto se había movido por encima de su párpado izquierdo, junto a una sensación de picor y ardor.
Pasados 10 días, el bulto se había movido de nuevo, esta vez hinchando el lado izquierdo de su labio superior. La joven acudió finalmente al médico para averiguar qué era lo estaba pasando. Lo cierto es que había una serie de condiciones médicas que pueden causar los bultos y protuberancias en la piel de la cara, pero no resultó ser nada de eso. Según explicó el informe del médico:
Un examen exhaustivo mostró un nódulo oblongo móvil en el párpado superior izquierdo. Un parásito que se fijó con fórceps y se eliminó quirúrgicamente.
Resulta que la mujer se había infectado con un nematodo parásito llamado Dirofilaria repens, y aunque hace que la piel se revuelva (literalmente), en realidad no es algo muy peligroso en lo que respecta a las infecciones por parásitos en humanos.
Eso se debe a que los humanos no son el lugar preferido: generalmente viven en carnívoros como gatos, perros, lobos, coyotes, zorros y leones marinos. Se transmiten a través de los mosquitos, que es cómo se contagia a los humanos, pero una infección humana es accidental.
Según los informes médicos, un gusano de este tipo no puede alcanzar la madurez necesaria dentro del cuerpo humano y, por lo tanto, no puede reproducirse. Sin embargo, lo que sí puede hacer es arrastrarse, de hecho hay muchos pacientes que han informado sobre esa sensación debajo de su piel.
Dicho esto, los casos eran bastante raros en la literatura médica, hasta hace varios pocos años, donde por alguna extraña razón han aumentado. En Rusia y Bielorrusia se identificaron 1.272 casos entre 1997 y 2013. En el caso de esta paciente en particular, había viajado a un área rural en las afueras de Moscú donde informó haber sufrido picaduras de mosquitos.
Por cierto, “después de la eliminación del gusano”, escribieron los médicos, “la paciente se recuperó por completo”. [Science Alert]