Esta es una pequeña historia que podría formar parte del guión de Indiana Jones. Una bibliotecaria llamada Georgia Grainger comenzó a trabajar en la Biblioteca de Charleston en Dundee, Escocia. La mujer se dio cuenta de algo extraño: muchos de los libros estaban marcados en la misma página. Así comenzó todo.
El relato se inició cuando una de las clientas de la biblioteca, una mujer mayor, se acercó a ella con una pregunta y un libro abierto. “¿Por qué la página 7 en todos los libros que saco tienen el 7 subrayado? Parece extraño”. La mujer abrió el libro en la página correspondiente y le mostró a Grainger cómo el número 7 había sido marcado con un bolígrafo o algo parecido.
Otro libro, en este caso de otro lector mayor que planeaba llevarse a casa ese día, tenía exactamente las mismas marcas en la misma página. Charleston tiene una población de solo 4.323 personas, y en poco tiempo iba a cautivar a muchos miles más en todo el mundo cuando Grainger decidió tuitear acerca de lo que había descubierto.
Inmediatamente después de entender que había algún tipo de código secreto detrás de los 7 marcados, Grainger comenzó a darle vueltas a la cabeza para tratar de descifrar que había detrás de este enigma. Según ha contado:
Tengo un poco de imaginación hiperactiva, así que empecé a idear todo tipo de teorías ¡Marcas de espionaje, romances secretos, asesinos en serie, lo de siempre!.
El siguiente paso fue el más lógico. La bibliotecaria comenzó a revisar otros libros en busca de otras marcas misteriosas. La mayoría no tenían, pero muchos de un género similar sí lo hicieron. Estos, contó Grainger, eran libros de “mujeres mayores”, a menudo romances ambientados en tiempos de guerra en Gran Bretaña, libros que son especialmente populares entre los clientes de mayor edad en la biblioteca. “Son romances bastante suaves y tiernos”, según Grainger.
El misterio seguía sin resolverse hasta Grainger escribió lo siguiente en Twitter:
Decidí hablar con mi jefa sobre el asesino en serie en la biblioteca. Descubrimos que muchos de nuestros clientes mayores tienen códigos secretos para marcar qué libros han leído antes.
Al parecer, mientras que hoy tenemos ordenadores capaces de señalar automáticamente si un cliente ha sacado un libro antes, hay muchos clientes mayores de la biblioteca que han estado sacando libros desde mucho antes de que los sistemas electrónicos estuvieran en sus puestos.
Por esta razón, los ancianos ha estado subrayando un número de página, en este caso el siete, o dibujando una pequeña estrella en la última página de los libros, o incluso escribiendo su primera inicial en algún lugar del libro. “¡De esta forma, cuando lo recogían otra vez, podían verificar que ya lo habían leído!”, dice Grainger:
Los libros que tienden a ser marcados de esta manera generalmente tienen tramas o personajes similares. Así que nuestros clientes no pueden recordar si lo han leído antes.
Por cierto, desde que conoció los códigos secretos la mujer estado buscando otros símbolos ocultos, pero por ahora solo se ha encontrado con otros “números 7”. Me pregunto cuantas historias similares podrían salir de cientos de miles de libros que existen en las bibliotecas de medio mundo. [AtlasObscura]