2016 no solo lleva camino de ser el año con las temperaturas más altas de la historia. Además lo va a ser por un margen tan amplio que ya empieza a preocupar seriamente a los científicos. Este pasado mes de abril ya es el más caluroso que se recuerda y el séptimo récord de temperaturas consecutivo.
Por una parte, el planeta lleva tres meses consecutivos rompiendo el récord de temperaturas medias más altas. Por otra, los últimos siete meses se han mantenido un grado por encima de la media más alta registrada en el mes de abril (1951-1980). No es de extrañar que, desde que la NASA hiciera públicos los primeros datos récord en febrero de este año, los expertos en clima comiencen a hablar de “emergencia climática”.
Parte de la culpa de este aumento de las temperaturas lo tiene El Niño, que ha sido inusualmente fuerte este año, dispersando corrientes cálidas por todo el pacífico, pero este fenómeno climatológico recurrente no tiene toda la culpa. De hecho ha habido otros Niños mucho más fuertes antes.
Las emisiones a la atmósfera que contribuyen al llamado efecto invernadero son la otra parte en una ecuación que viene produciéndose desde los años ochenta y que a partir del 2000 no ha hecho sino acelerarse. El aumento de las temperaturas es un fenómeno cada vez más global que ya se está cobrando víctimas como los corales. [NASA GIS vía The Guardian]