La investigación sugiere que no hace falta tener un cerebro complejo para reconocer rostros humanos. El reconocimiento facial ya había sido demostrado en aves, pero ahora sabemos que —a diferencia de los peces— estos animales poseen estructuras cerebrales similares al neocórtex, lo que les da esa capacidad de discriminación visual. [Scientific Reports]


Síguenos también en Twitter, Facebook y Flipboard.