Eslovaquia albergará en noviembre el segundo campeonato regional de enterradores de Europa Central y del Este. ¿Qué se hace en un torneo de sepultureros? Justo lo que esperas: cavar la mejor tumba de todas en tiempo récord. La final de Hungría tuvo lugar el viernes pasado.
Treinta y seis enterradores húngaros formaron equipos de dos para demostrar sus habilidades y conseguir pasar al campeonato regional. Por unas horas, la tranquilidad y la solemnidad habitual del cementerio de Debrecen (al este de Hungría) dieron paso al zumbido de una treintena de palas y a la adrenalina de una competición deportiva.
Los participantes tenían que excavar una tumba del tamaño reglamentario: 80 centímetros de ancho por 200 de largo, con una profundidad de 160. Además de la velocidad y el desempeño, los organizadores valoraban la estética de la sepultura y el atuendo de los propios enterradores (el aspecto es un asunto importante durante un sepelio de verdad).
Estas pequeñas olimpiadas pretenden mejorar la imagen de los sepultureros, una profesión que atrae muy poco a las nuevas generaciones. También sirven para poner en valor el esfuerzo previo a un sepelio: lo que no ven los familiares del fallecido. En los cementerios más abarrotados no caben las máquinas excavadoras y las tumbas se cavan a mano.
Los mejores enterradores de Hungría, Eslovaquia, República Checa y Polonia competirán en el campeonato regional de noviembre en Trenčín. Cabe la posibilidad de que la competición se extienda al resto del continente si el gremio se pone de acuerdo en toda Europa. [vía Adiós]