Si al principio no tienes éxito, inténtalo de nuevo una y otra vez. Estas parecen ser las palabras por las que se rige la vida de Tim Borden, porque después de su último intento fallido de 2019, finalmente ha logrado batir el récord Guiness de los fuegos artificiales más grandes del mundo con un gigantesco proyectil que pesaba 1265 kilos.
El intento anterior de Borden tuvo lugar el 10 de febrero de 2019, con un proyectil cargado con 1133 kilos de material pirotécnico. Se suponía que debía detonar con seguridad un kilómetro y medio del suelo, pero en su lugar explotó dentro del mortero. Sin embargo, el 8 de febrero de 2020, en la cima de un monte en Colorado, el intento de Borden fue un éxito absoluto. Un mortero hecho a medida de 8 metros de largo, lanzó al aire un proyectil de metro y medio, que convirtió momentáneamente el cielo en un escenario apocalíptico.
El último récord lo había establecido Emiratos Árabes Unidos como parte de las celebraciones de Año Nuevo en enero de 2018.
Sin verlo en persona, es difícil hacerse a la idea del tamaño de este logro; ver el gigantesco estallido en YouTube no se puede comparar con haberlo visto en persona. El proyectil pesaba lo mismo que un Toyota Corolla. Imagínate la potencia necesaria para hacer que un coche vuele a kilómetro y medio del suelo. Es una pena no haber estado delante para ver semejante espectáculo.