La búsqueda del hielo perfecto se ha convertido un poco en una especie de obsesión para los sibaritas del mueble bar. Tener un bloque de hielo puro y transparente puede que no mejore el sabor de un whiskey de 18 años, pero definitivamente mejora el aspecto de la copa. Hay una manera bastante sencilla de lograr ese hielo transparente en casa.
El hielo se torna blanquecino y opaco debido a las impurezas del agua, y da igual si usamos agua del grifo, purificada o de botella. La niebla blanca que empaña el hielo se va a a formar igual. El secreto no es el agua que usemos, sino cómo se congela. Como explican en Cocktail Chemistry, este proceso no es inmediato. Las impurezas son lo último en formarse, así que su presencia se puede evitar simplemente alterando la manera en la que congelamos el agua.
Nuestra mejor apuesta es utilizar un recipiente aislante como el que se usan para mantener frescas las bebidas. En algunas tiendas de accesorios de cocina ya venden recipientes para obtener hielos de forma esférica, y también podemos combinarlos con el recipiente aislante, aunque el proceso es más laborioso. El hecho de que aisle el agua de la temperatura es importante, porque hace que el líquido se congele de arriba a abajo en vez de manera homogénea. De esta manera, las impurezas del agua, que son más pesadas, van quedando abajo.
Lo que hay que hacer es desmoldar el bloque de hielo antes de que se congele del todo. Las impurezas se van con el agua sin congelar. Después, tan solo hay que cortar el bloque en piezas de un tamaño conveniente ayudándonos de un cuchillo de sierra y una maza de cocina. los bloques resultantes pueden guardarse en el congelador sin temor a que se empañen. El proceso no es tan simple como hacer hielo normal, pero los resultados merecen la pena si somos amantes de la coctelería fina. [Cocktail Chemistry vía Sploid]