Ninebot, la empresa china que compró Segway en 2015, ha anunciado que dejará de vender el Segway original el próximo 15 de julio.
El vehículo eléctrico de dos ruedas fue presentado en diciembre de 2001 por el inventor estadounidense Dean Kamen, quien prometió revolucionar la movilidad urbana. No cabe duda de que su invento fue revolucionario, pero solo desde el punto de vista tecnológico. Capaz de mantener el equilibrio gracias a sus sensores giroscópicos y un control inteligente del balanceo, el Segway es el padre de los populares hoverboards y otros métodos de transporte ligeros en los que el conductor solo tiene que inclinarse para acelerar y desacelerar el scooter.
Popular entre turistas y vigilantes de los centros comerciales, el Segway nunca llegó a cautivar al ciudadano medio para moverse de casa al trabajo. No como lo hacen ahora las bicicletas compartidas o los patinetes eléctricos, un negocio en el que Segway también anda metida (y en el que sigue innovando como nadie).
Pero si algo nos dejó el Segway fueron vídeos de gente cayéndose. Quizá el más famoso sea el de Usain Bolt siendo atropellado por un camarógrafo tras correr los 200 metros lisos en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2015 en Pekín. Segway se desvinculó del incidente afirmando que el camarógrafo usaba una copia del vehículo que no ofrecía las mismas garantías de seguridad que un Segway, entre ellas un sistema redundante de estabilización y propulsión para garantizar la capacidad de controlar el scooter en caso de fallo.
También famosa es la historia del millonario dueño de Segway que murió en uno de sus productos al caer por un acantilado. El británico Jimi Heselden, que había hecho una fortuna en las guerras de Afganistán e Irak con el sistema de fortificación militar HESCO, compró Segway en enero de 2010 y falleció en septiembre de ese mismo año mientras probaba uno de los vehículos de dos ruedas cerca de su casa en Boston Spa, al norte de Londres. Tenía 62 años.