En el mundo hay 11,4 millones de personas con una mano amputada. Muy pocas pueden permitirse una prótesis robótica. Aunque existen y se avanza en ellas a buen ritmo, son dispositivos increíblemente costosos. El precio de una mano motorizada supera los 100.000 dólares y es prácticamente imposible usarlas en niños porque conforme van creciendo tienen que cambiar el tamaño de la prótesis.
Open Bionics es una idea de Joel Gibbard que podría poner fin al problema. Es una plataforma abierta de prótesis inteligentes que ha conseguido reducir el precio de una de estas manos a apenas unos 2.000 dólares. Las prótesis se controlan mediante unos electrodos colocados en el brazo o el antebrazo y con un mínimo de entrenamiento es posible realizar varios gestos básicos que permiten agarrar objetos o dar la mano para saludar.
El secreto del bajo precio está en el uso de una impresora y un escáner 3D para crearlas. Basta usar el escáner (una cámara de profundidad adosada a un iPad) para obtener una medida lo suficientemente detallada del antebrazo. Con ella se hace la funda que soportará la mano. Es un sistema que permite al paciente, incluso, pedir una mano a medida sin salir de su casa.
Aunque la mano tiene componentes internos más complejos, el cuerpo principal está impreso también en 3D. La idea ha ganado el segundo premio del primer concurso internacional de dispositivos wereables organizado por Intel. Gibbard está desarrollando ahora una segunda versión que podría incorporar vibración para dar al usuario una idea de la fuerza con la que está agarrando un objeto. [vía Open Bionics]
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