Ayer hablábamos de lo difícil que era predecir dónde caerá exactamente la estación espacial china Tiangong-1. A medida que pasan los días, su dirección se define y los expertos de la Agencia Espacial Europea ya tienen una trayectoria muy probable que pasa por Portugal, España o quizá Grecia.
A medida que la estación de 8,5 toneladas se aproxima a su espectacular final es más sencillo determinar su trayectoria de entrada y esa trayectoria pasa por unas coordenadas de entre 43 grados norte y 43 grados sur. Es una amplia franja que pasa por Portugal, España, Italia y Grecia.
La entrada en la atmósfera tendrá lugar entre los días 29 de marzo y 9 de abril. Es un margen tan amplio que a día de hoy es difícil concretar si la Tiangong-1 entrará sobre la vertical de Portugal o lo hará más adelante. La ESA advierte de que puede haber variaciones sobre este itinerario y seguirá monitorizando la estación para ofrecer datos más exactos a medida que cae.
¿Significa esto que un objeto del tamaño de un camión va a caer sobre alguna ciudad y causar un detrozo monumental? Categóricamente no. Los especialistas en ingeniería espacial de Aerospace Corporation (una organización científica sin ánimo de lucro que asesora a agencias espaciales y empresas de aeronáutica) explican que la mayor parte de la estación se desintegrará al entrar en la atmósfera y de hecho nos podría regalar un bonito espectáculo de luces en el cielo. En Aerospace también recuerdan que nunca nadie ha muerto como resultado de la reentrada en la atmósfera de basura espacial. Hace falta algo mucho más grande para que sus restos lleguen a Tierra.
No todos están de acuerdo con esta afirmación. El astrofísico Jonathan McDowell de la Universidad de Harvard cree que existe la posibilidad de que caigan a tierra restos de hasta 200 kilos. [ESA vía Washington Post]