Aparte de imágenes tan hermosas como las de este vídeo, la Polar Mesosferic Clouds Turbo Mission ha servido para constatar algo aún más intrigante sobre estas nubes: responden a las ondas gravitacionales de la atmósfera. Las ondas gravitacionales se forman en la troposfera y las noctilucentes las reflejan como si se tratara de ondas en un estanque que solo son visibles desde 80km de altura.

El estudio de las nubes mesosféricas polares servirá para entender mejor cómo se realiza la transferencia de energía entre la troposfera y la mesosfera, y como estas turbulencias a gran altitud en nuestra atmósfera influyen en el clima o reflejan sus cambios. [NASA Goddard vía Science Alert]