
Aunque a día de hoy Venus se trate de uno de los rincones más duros e inhóspitos de nuestro sistema solar, algunos astrónomos defienden que no siempre fue así y que en su día pudo tener unas características muy similares a la Tierra, con un clima moderado y océanos de agua líquida. Pero ahora una nueva investigación publicada en la revista Nature parece tirar por tierra toda esta teoría.
Al fin y al cabo, no se trataba de una idea tan descabellada sabiendo que los dos orbitan a la misma estrella, tienen el mismo tamaño, comparten materia y composición, y además tienen la misma edad geológica. Eso sí, Venus también cuenta con una espesa atmósfera repleta de nubes de ácido sulfúrico, temperaturas que superan los 450 grados y una presión atmosférica 100 veces mayor que en la Tierra.
Con estos datos, algunos astrónomos pensaban que durante los días tempranos de nuestro sistema solar, cuando el Sol era un 30% más tenue que ahora y la temperatura en Venus era menor, podría haber existido agua líquida sobre el planeta y que con el tiempo, el agua se habría terminado evaporando como consecuencia de un pronunciado efecto invernadero provocado por la densidad de sus nubes.

Sin embargo, utilizando nuevos modelos climáticos, un grupo de investigadores de la Universidad de Ginebra ha determinado que es imposible que llegase nunca a existir agua líquida en Venus, ya que la temperatura nunca fue lo suficientemente baja como para ello. “Gracias a nuestras simulaciones, pudimos demostrar que las condiciones climáticas no permitían que el vapor de agua se condensara en la atmósfera de Venus”, explica Martin Turbet, coautor del artículo de Nature. “Una de las principales razones de esto son las nubes que se forman preferentemente en el lado nocturno del planeta. Estas nubes provocan un efecto invernadero muy potente que impidió que Venus se enfriara tan rápido como se pensaba”.
Pero a pesar de los concluyentes resultados de su investigación, los autores advierten que “tan solo se basan en modelos teóricos”, por lo que serán las futuras misiones a Venus (VERITAS, DAVINCI+ y EnVision) las que “confirmen o refuten, su trabajo”.
[Vía: ScienceAlert; ABC]