
De cuando en cuando, el robot Curiosity Rover de la NASA se toma una foto a sĂ mismo. El Ășltimo de estos selfies es una espectacular foto del vehĂculo con el ĂĄrido paisaje marciano de fondo pero, si nos fijamos bien, hay algo muy raro en la sombra que proyecta.
El brazo desplegado justo en primer plano y otros detalles de la sombra no se corresponden exactamente con la posiciĂłn de Curiosity. Eso por no mencionar que el propio brazo que toma la foto tampoco aparece.
La razĂłn de todos estos pequeños cambios es que los tĂ©cnicos de la misiĂłn no toman autofotos del robot para hacer la gracia como hacemos los humanos, sino para examinar el estado de los componentes del vehĂculo. En este caso, la foto pretendĂa comprobar la cĂĄmara ChemCam. Esa es la razĂłn por la que, por ejemplo, el horizonte aparece inclinado cuando no deberĂa estarlo.
AdemĂĄs, aunque nosotros lo vemos en una sola imagen, en realidad Curiosity toma decenas de fotos diferentes para formar un mosaico. En este caso ha obviado las partes en las que se veĂa el brazo desplegado para hacer la imagen mĂĄs clara. A la derecha, rodeado de polvo gris, puede verse el Ășltimo agujero taladrado por el robot. [vĂa NASA / JPL]
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