
En el año 2001 se estrenó The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring, la primera parte de la exitosa trilogía de películas de El Señor de los Anillos, y desde entonces muchos pensamos en un solo rostro cuando recordamos el nombre de Aragorn: el de Viggo Mortensen. Pero originalmente el personaje iba a ser interpretado por un actor completamente distinto.
Russell Crowe, el actor ganador de un premio Oscar por su papel en Gladiator, iba a ser el encargado de dar vida a Aragorn, hijo de Arathorn, en la adaptación al cine de la obra maestra de J.R.R. Tolkien. Sin embargo, rechazó el papel tras una llamada telefónica con Peter Jackson, el director de la trilogía de películas.
Así lo confesó el actor durante una entrevista en The Howard Stern Show:
“[Rechacé actuar en El Señor de los Anillos] porque creo que Peter Jackson no me quería en la película. Creo que fue obligado a hablar conmigo, porque hubo una época en la que todo el mundo me quería en todo, y él también es de Nueva Zelanda, por lo que pude escuchar [el desinterés en] su voz, y pensé ‘creo que ni siquiera sabe qué películas he hecho’. Mi instinto fue que tenía a alguien diferente en mente, y resultó ser Viggo [Mortensen]. Creí que [Jackson] debería poder contratar al actor que realmente quiere”.

La razón de Crowe fue bastante noble, incluso tras haber recibido una oferta del 10% de las ganancias de las películas, lo que, según su entrevistador, habría significado un cheque de nada menos que 100 millones de dólares (aunque este número podría no ser correcto, dado que la trilogía ha hecho más de 2.000 millones de dólares, lo que quiere decir que Crowe habría recibido aún más dinero).
Por supuesto, la primera película de El Señor de los Anillos se estrenó tras el éxito de Gladiator, por lo que claramente muchos estudios buscaban contratar a Crowe. Era el actor del momento. De hecho, Crowe también rechazó interpretar a Wolverine en X-Men, papel que terminó bajo la responsabilidad de Hugh Jackman durante más de 15 años.
Puedes ver la entrevista a continuación, la cual incluye la curiosa anécdota de cuando Leonardo DiCaprio le vendió una cabeza de dinosaurio a Russell Crowe.[The Howard Stern Show vía IGN]