La compañía China OnePlus finalmente ha revelado algunas de las cifras de ventas referentes a su Android estrella, el OnePlus One. Desde su lanzamiento en abril hasta hoy, One Plus ha logrado superar los 500.000 smartphones vendidos. La cifra es aún más redonda si la comparamos con el presupuesto que tenían para publicidad: 300 dólares.
Desde ese punto de vista, la estrategia de OnePlus ha sido impecable. En lugar de gastarse millones de dólares en forrar con la imagen de su teléfono las principales capitales del mundo como hace Samsung, el pequeño fabricante chino ha optado por vender el OnePlus One solo desde su página web, y bajo un estricto sistema de invitaciones que ha dotado al terminal de un halo de misterio y exclusividad. Los 300 dólares se han invertido en anuncios puntuales en Facebook para impulsar esporádicas campañas en las que se regalaban más invitaciones.
Esta exclusividad ha sido muy criticada por lo difícil que era hacerse con el dichoso terminal, pero las razones de la compañía para optar por ese modelo de ventas no responden solo a una cuestión de marketing. El sistema de invitaciones ha permitido a OnePlus controlar por completo el exceso de stock y la distribución. Mantener miles de cajas con teléfonos sin vender en almacenes supone un coste brutal, sobre todo para un pequeño fabricante. Venderlos con cuentagotas y solo desde su web ha permitido el milagro de que prácticamente cada smarphone que salía de fábrica ya tuviera dueño.
El problema de los beneficios
Después del primer medio millón, el cofundador de OnePlus, Carl Pei, explica a Forbes que su objetivo es llegar al millón de unidades vendidas antes de final de año. Pei comenta que será duro alcanzar esta nueva cifra, pero que puede hacerse. Como parte de esa estrategia, la web de OnePlus ya ha comenzado a abrir la mano para ofrecer invitaciones de manera más regular y a más público.
Hasta aquí todo parece de color de rosa para el fabricante chino, pero hay varias incógnitas en su trayectoria a futuro. La más importante es la monetización del terminal. El OnePlus One es un smartphone realmente soberbio con un precio, 349 dólares, muy por debajo de las prestaciones que ofrece. No hay ingredientes secretos en el proceso de fabricación que lo hagan tan barato. Sencillamente es que sus márgenes de beneficios son bajísimos. Según Carl Pei, la compañía apenas gana 10 dólares por cada teléfono vendido.
El referente más cercano al caso del OnePlus One es la gama Nexus. Google también posicionó sus smartphones a un precio muy atractivo y mediante un sistema de venta online con unidades limitadísimas. Ambos ingredientes catapultaron los Nexus a los primeros puestos de teléfonos más deseados. Google nunca ha hecho públicos datos de ventas de los Nexus, pero en la presentación de resultados financieros de su cuarto trimestre fiscal, el jefe financiero de la compañía, Patrick Pichette, no dudo en calificar la gama de smartphones como uno de sus principales activos.
Teniendo en cuenta la diferencia de precio entre el Nexus 5 y el LG G2 (su hermanastro por parte paterna, o sea, del fabricante), no es descabellado pensar que Google ha estado años trabajando también sobre unos márgenes de beneficios muy bajos. El final de esa etapa ha llegado con el Nexus 6. Una vez asentada la marca y con el trabajo de imagen hecho, es hora de poner los precios a la altura de sus competidores.
Un futuro incierto
El problema de OnePlus es que no tiene el músculo financiero que tiene Google como para aguantar varios años manteniendo smartphones como el One a un precio tan bajo. Para empeorar las cosas, subir los precios siguiendo la maniobra del Nexus 6 podría ser todo un tiro por la culata. Ya hay un buen puñado de terminales Android como los XiaoMi o el Motorola G, que presumen de buena calidad a un precio muy competitivo. Subir el precio de los smartphones OnePlus podría hacer que los consumidores que cuidan mucho el bolsillo sencillamente se vayan a otro sitio.
En lugar de ello, OnePlus apuesta por una estrategia basada en la venta de accesorios, software, y servicios exclusivos para el One (o los modelos que vengan más adelante). El primer tibio paso en este sentido son unos auriculares oficiales que la compañía lanzó recientemente. Suena bien sobre el papel, pero el mercado de los accesorios es uno de los más saturados del mundo. Otro tanto puede decirse del software, donde la gratuidad, y en muchos casos la suerte, son decisivas para triunfar con un nuevo servicio en nube o una aplicación.
OnePlus ha logrado algo muy difícil, que es posicionarse en el top de un mercado tan duro como el de los smartphones. 2015 le pone por delante al fabricante chino un reto incluso más complejo: hacer dinero con esa imagen tan hábilmente ganada.
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