Por lo general, mi bandeja de entrada es un popurrí de notas de prensa que no interesan a nadie, newsletters que nunca leo y ofertas de vuelo que no despegan en los días que me vendrían bien. Pero hoy he recibido el siguiente mensaje:
Hola Matías,
He visto tu artículo sobre el vídeo viral del viajero del tiempo en la pelea de Mike Tyson.
No sé si sabes que acaban de subir a Netflix un documental sobre Parchís donde, desde el minuto 44:11 al 44:14, se puede ver a una chica sujetando lo que parece un teléfono móvil de nuestra época, e incluso la niña que está a su lado parece estar mirando también la pantalla, luego gira el aparato y sigue mirando la pantalla.
Te escribo por si puedes echarle un vistazo y darme tu opinión.
¡Un saludo!
Tras el desconcierto inicial, entendí que estábamos ante la segunda parte de este artículo sobre un supuesto viajero en el tiempo que publiqué en 2016:
En aquella ocasión, lo que parecía un smartphone resultó ser una cámara compacta. Pero el vídeo era de 1995 y ya había cámaras con pantalla LCD.
Este nuevo vídeo nos lo pone mucho más complicado. La secuencia aparece en el minuto 43 de Parchís: el documental, la última producción de Netflix España.
Nos situamos a principios de los 80 en pleno concierto de Parchís. Una mujer entre el público sostiene un objeto con las dos manos. La mujer observa el objeto. A continuación, la niña que tiene al lado lo observa también. Justo cuando va a salirse de plano, la mujer gira el objeto para verlo en vertical.
Es el ejemplo perfecto de cómo funcionan las ilusiones cognitivas. Tiene forma de smartphone, la mujer lo está sosteniendo como si fuera un smartphone, la niña lo está mirando como si fuera un smartphone, una lectora de Gizmodo me dijo que parecía un smartphone y ahora mi cerebro me está haciendo creer que eso es un smartphone. Sin embargo, los smartphones no existían en 1980.
Y, a menos que esa mujer encontrase la forma de viajar hasta un agujero de gusano que la trasladaría a principios de los 80, la hipótesis del viaje en el tiempo tampoco tiene sentido. ¿Qué es, entonces, ese maldito artilugio?
No tengo ni idea.

¿Una cámara compacta analógica? Podría estar cerrando el obturador en el momento del vídeo, o rebobinando el carrete bajo la atenta mirada de su hija.

¿Una Game & Watch o cualquiera de esas consolas baratas que se hicieron tan populares en los 80 antes del lanzamiento de la Game Boy? No sabemos nada de la mujer del vídeo, a lo mejor se aburría tanto en aquel concierto de Parchís que sacó su jueguito de Donkey Kong justo cuando una cámara la grababa.

¿Unos prismáticos de ópera plegables importados de Japón? Quién sabe, quizá la mujer era tan fan de los chicos de Parchís que se había llevado unos discretos binoculares para ver de cerca la coreografía de Parchís chis chis y otros éxitos.
Y tú, ¿qué crees que era? Si tienes alguna pista o conoces a la mujer del vídeo, no dudes en ponerte en contacto conmigo.