La NASA acaba de ofrecer nuevos detalles sobre uno de sus proyectos más fascinantes: el estudio a fondo de Europa, la luna de Júpiter y uno de los cuerpos del Sistema Solar que más posibilidades tienen de albergar vida.
La primera misión a Europa consiste en el lanzamiento de una sonda espacial que orbite alrededor de Júpiter para realizar 45 vuelos cercanos sobre su satélite Cada uno de esos vuelos pasará a una distancia de entre 25 y 2.700 kilómetros de Europa. La sonda, que se alimentará de energía solar, será la punta de lanza de una futura misión sobre la superficie de Europa, así que es crucial recopilar cuántos más datos podamos del satélite en el tiempo que dure la misión.
La NASA solicitó a la comunidad científica que propusieran qué instrumentos llevará esa primera sonda. Tras analizar 33 dispositivos propuestos, se ha quedado con nueve. Esas serán nuestras armas para tratar de desentrañar los secretos de Europa, entre ellos determinar si efectivamente hay océanos de agua líquida bajo su superficie.
Los extraños patrones de la superficie de Europa sugieren que hay agua líquida bajo la superficie. Foto: NASA / JPL
Entre los instrumentos que llevaremos a Europa comenzamos con cámaras y espectrómetros de alta resolución (50 metros) que seguro nos ofrecerán unas vistas únicas de la superficie. Solo esto ya será un avance espectacular. Las mejores fotos que tenemos de Europa las tomó la sonda Galileo, y ni tienen buena resolución, ni se tomaron desde tan cerca como se hará en esta misión. La calidad de esta imágenes será, según la NASA, 100 veces superior al material actual.
Junto a estos instrumentos viajará a Europa un radar destinado a medir la profundidad de la capa de hielo y si existen bolsas de agua líquida a menos profundidad como sucede aquí en la Tierra bajo el hielo de los casquetes polares. Un magnetómetro permitirá no solo determinar el campo magnético del satélite, sino sino también calcular la profundidad del océano y si es salino o no.
Los científicos de la NASA también tienen especial interés en analizar los supuestos géiseres que emiten material a la atmósfera de Europa. Varios instrumentos servirán para crear un mapa térmico del satélite e incluso recoger muestras de su composición atmosférica en los vuelos más bajos.
El siguiente paso es lograr la financiación de 30 millones de dólares necesaria para diseñar la sonda y poner en marcha definitivamente el proyecto. La NASA tiene previsto que la sonda llegue a Europa en 2020. Mientras tanto, este vídeo de la agencia ya nos hace soñar con lo que podamos descubrir allí. [vía NASA]
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