El 90% de las manzanas que comemos contiene residuos de pesticidas, según la organización ecologista EWG. La mayoría de la gente lava las manzanas con agua corriente para eliminar estos químicos, pero hay una forma bastante más segura de hacerlo (y no me refiero a pelarlas).
Antes de llegar al mercado, las manzanas pasan por un proceso de desinfección que utiliza una pequeña concentración de cloro y peróxido de hidrógeno. Esta solución acaba con las bacterias y la suciedad, pero no elimina todo el rastro de los pesticidas industriales, por lo que las autoridades recomiendan lavar siempre la fruta antes de su consumo.
El año pasado, un grupo de investigadores de la Universidad de Massachusetts decidió averiguar si el agua era realmente eficaz contra los pesticidas. Para ello, rociaron varias manzanas con el fungicida tiabendazol y el insecticida fosmet (ambos aprobados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) y las dejaron reposar durante 24 horas.
Al día siguiente, lavaron las manzanas de tres maneras distintas: con agua corriente, con una solución desinfectante similar a la que usan los productores de fruta en Estados Unidos y con una solución de agua que contenía un 1% de bicarbonato de sodio. En todos los casos lavaron las manzanas durante un mínimo de dos minutos y después las volvieron a enjuagar con agua para que el sabor no se viera afectado.
Según el estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry, la solución más eficaz fue la del bicarbotano de sodio. Después de dos minutos había eliminado más pesticida que ningún otro método (con el agua en un sorprendente segundo puesto). Si hablamos de eliminar la totalidad del pesticida, el bicarbonato tardó 12 minutos en deshacerse del tiabendazol y 15 minutos en hacer desaparecer el fosmet; pero solo de la superficie de la manzana, pues hubo casos en los que se filtraron pequeñas cantidades de pesticida a través de la piel y acabaron en la carne de la manzana.
Aunque sean tóxicos en grandes cantidades, el tiabendazol y el fosmet son seguros para el consumo humano en los niveles a los que estamos normalmente expuestos. No obstante, si quieres minimizar la exposición solo tienes que lavar las manzanas con una cucharadita de bicarbonato de sodio por cada dos vasos de agua. Pelar las manzanas también funciona, pero entonces perderás el aporte de fibra y vitaminas de su piel.